Ya viene el
negro zumbón…
Chicago. Noche
cerrada. Estoy en la cama de un hotel de mala muerte, en el umbral
del sueño, Ha sido un día agotador. Me sobresalta un ruido
espantoso en la calle. Suena a catástrofe irreversible. Hago un
esfuerzo y me asomo a la ventana. Parece un accidente de circulación
entre dos coches. El de atrás ha debido colisionar con el de
adelante, que estaría parado o habría frenado bruscamente por
alguna razón. La niebla es intensa, y el polvo y el humo provocado
por el brutal choque no me dejan ver bien la escena.
Bajo a la calle
por si hay algo que pueda hacer. No hay nadie en recepción. Al
intentar acercarme a los coches, veo que de uno de ellos, el que se
estampó contra el otro, sale un hombre renqueante y desaparece por
un callejón lateral. Del otro coche sale, tambaleándose, alguien
que no alcanzo a ver del todo. Su cabeza está envuelta en niebla,
polvo y humo, pero si puedo ver que está cargando una escopeta de
cañones recortados. Retrocedo antes de que me confunda con el del
otro coche. No se si lo he conseguido. Entro en el hotel. La puerta
es de cristal y los goznes chirrían. Subo a mi cuarto y cierro la
puerta con llave. Le doy un par de tragos a la petaca de whisky que
siempre me acompaña y me tumbo en la cama. Suenan unos pasos por el
pasillo. Pasan de largo. Silencio. Caigo rendido de sueño.
Sueño que he
tenido un accidente con mi coche. Del maletero salen rodando latas de
conservas de todo tipo, que se abollan al botar contra el asfalto,
produciendo una extraña sinfonía metálica. Salgo del coche e
intento recuperar las latas. De un cabaret sale una mujer que me pide
que le de algunas, no le importa que estén abolladas. Le regalo
varias. No podía negarme: la mujer se parece a ¡Silvana Mangano!.
“Es” la Silvana Mangano que canta “Ya viene el Negro Zumbón”
en la película “Anna”. Me sonríe y desaparece dentro del
cabaret.
Dentro del
sueño siento que hay algo que está en su sitio, pero no se cómo
encajarlo. Lo que está en su sitio es una tremenda erección. No sé
cómo encajar que la erección está provocada por una ganas
terribles de orinar. Lo que tengo que hacer es… orinar… ahora
caigo, medio dormido aún. Al final me despierto y descargo todo el
líquido en el retrete del diminuto cuarto de baño de la habitación.
Demasiada cerveza y whisky el día anterior.
Me asomo a la
ventana. Está empezando a clarear. Parece que comienza un día
espléndido, sin niebla. Ni rastro del accidente de anoche. Bajo a
la calle y busco un bar. Después del primer café repaso mi agenda:
25 de junio de 1952…
12 comentarios:
Fantástica escena Bab
Y la Mangano, estupenda!
Buen sábado noche, me voy con el negro zumbón,
también tengo ganas de bailar el nuevo compás...
ya me voy pá bailar, ciao!
Viendo a la bellísima Silvana en un sueño, en mi caso. yo no podría asegurar que la erección se debiese exclusivamente a la continencia urinaria jejeje...
Buen relato en clave de blanco y negro (zumbón), dear bab.
Un abrazote.
Hola Bab:
Esto si que me va, estas escenas negras, como las del cine, supongo que estaras tumbado en la cama vestido y con zapatos y la mesilla llena de colillas,(como la mesilla de Sebi), buen ambiente, me imagino que el que ha salido del coche zumbando he sido yo, que me persiguen por haberle levantado la rubia al capo, que por cierto está mas buena aun que la Silvana.
Nada, sigue en esta onda.
Saludos Jose.
quiero ir contigo al casino esta noche y a bailar el bayon,para que todos me digan ...ANA ¿DONDE VAS?ME VOY A BAILAAAAR EL BAAAAYOOOON,ME HA GUSTADO ES TE VIAJE EN EL TIEMPO QUE ME HA HECHO SENTIRME RETRO
PARA LA PROXIMA PRESENTAME A BOGAR
UN BESO ME VOOOY A CURRRAR CON JOSE ZUMBOOOOON AL HUERTOOOO
SEBI MANGANO
Ay, Silvana, qué gancho tienes aún hoy...
No me extraña que se te desajuste el sueño, malandrín; bueno, el sueño y otras cosas. De todos modos, esa ilación que crea el coche de tu sueño, tal vez traído por los otros dos coches de la calle, está muy bien conseguido. Y la escena de la calle es realmente inquietante, sí.
Que al final, por lo de la fecha... ¿Hemos de suponer que es un sueño dentro de otro?
Milena, ¡qué "carisma" tenía la Mangano ahí! ¿Cómo me voy a negar a darle lo que me pida?
Gracias.
Saludossssssssss
Bueno, Ficus, tu caso es tu caso y el mío... pues eso... pero es que queda más "fino" así, no? jejeje
Le has puesto nombre a este tipo de relatos, como buen comentarista: "relato en clave de blanco y negro (zumbón)"
Gracias.
Saludosssssssssssss
Jose, ya veo que te va esta movida. La novia del capo no creo que esté "más buena", como dices, que la Silvana en el vídeo, pero bueno.
Sebi, imaginaba que te iba eso de bailar el nuevo compás con el negro zumbón. No sé por qué. Ganas de jarana no te faltan. Bogar es difícil de tratar, te lo advierto jejeje.
Gracias a los dos.
Saludosssssssssssssssss
Rick, si que tiene gancho Silvana. Lo de la fecha es por fijar una época determinada para el relato, tanto en el sueño como en la "realidad".
Por ejemplo, la película de la Mangano es del 51. Y sí que es un sueño dentro de otro. por liarla más jejeje.
Gracias.
Saludossssssssss
Lo primero que he hecho es ponerme el video del negro Zumbón, lo conocía de oírselo cantar a mi madre de pequeño, pero no lo había visto nunca. La verdad es que la Mangano tenía su morbo, una buena jaca, si señor.
El relato, muy interesante. Relato negro no, negrísimo, diria yo. El final me hace suponer que tendrá continuación, si es así la espero impaciente.
Un saludote.
Gracias, Antoni.
No, no tiene continuación, que yo sepa jejeje.
Saludossssssssssss
Ya no se ni que camino me trajo a tu casa, pero es muy distinta a las que conozco, me atrae tu éstilo que no se definir, me gusta tu narrativa y tu imaginación...
Besos muchos ♥
tRamos
Tramos, supongo que habrá sido vía Milena, no?
Me alegra que te guste el blog. Gracias por la visita y el comentario.
Saludosssssssssssss
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