Viernes
Viernes, son
las catorce cincuenta y cinco. Salgo de la oficina, atravieso la
ciudad en mi coche a toda pastilla. Me dirijo hacia mi casa que
se encuentra a unos tres kilómetros por la carretera de la costa
encima de una pequeña colina desde donde se divisa el mar. Pero por
el camino olvido por completo quién soy y paso de largo siguiendo la
carretera en dirección al sur. Estoy en blanco. Conduzco sin saber
hacia donde me dirijo. Una gaviota se me cruza en la carretera y casi
roza con sus alas el cristal delantero. Doy un respingo y el corazón
se desboca. Paro en la primera gasolinera. Dejo el coche a la sombra
y salgo a respirar. Saco mi cartera y miro mi D.N.I. : Soy Ernesto
Zanzívar Lumbreras. 35 años. Nacido en Madrid. Domicilio actual:
Pago de La Luna Nueva. Nº 31 P………
Trago saliva.
No recuerdo nada. No me identifico con los datos del documento. He
perdido mi historia y solo se que es viernes y tengo un fin de semana
por delante. Entro en el coche y vuelvo por la carretera en busca de
la dirección que viene en el D.N.I. Pregunto por el Pago de La Luna
Nueva a un joven que pasea a un perro. Me dice: ¿estás de
cachondeo, Ernesto? pero al final, como si siguiera la broma me
indica como llegar hasta allí. Encuentro la casa nº 31. Un perro
sale a mi encuentro moviendo el rabo y saltando de alegría. Lo
acaricio. Llamo a la puerta, una mujer morena, muy guapa, con el pelo
recogido en una coleta, blusa amarilla y pantalones cortos se me
abraza al cuello:
-¿Porqué tardabas
tanto? Estaba preocupada
-Emmm se me ha
complicado la mañana…
-Bueno, pero por fin
es viernes. Olvídalo todo hasta el lunes
-Parece ser que ya
he empezado a olvidarlo…
-¿Eh? Bueno vamos a
comer.
Un niño de tres o
cuatro años viene embalado hacia mi y se tira en plancha para qe lo
coja al vuelo. Reacciono y lo pillo a tiempo. Me da varios besos con
mucha saliva:
-Papiiiiiiiiii
-¿Quién eres
túuuuu? (le digo como si fuera broma)
-Papi, no empieces
con las bromitas
-Pero…si no te
conozco. ¿Cómo te llamas?
-Como si no lo
supieras. Me llamo Abel. A B E L
-¿Y tú mamá
como se llama?
-Papi, estás muy
bromista hoy, no? Mamá se llama Lucía L U C Í A
-¿Es que no te
acuerdas de nada?
-Pues no, se me ha
olvidado todo. Empezaremos de nuevo.
Con eso al menos
tenía por donde empezar. Me esperaba una ardua tarea.