FUE UN DIA/NOCHE EXTRAÑO
Fue un día/noche extraño. Desde detrás del mar, en la línea del horizonte, surgen lenta y majestuosamente al unísono y no lejos el uno de la otra, el Sol y la Luna. Aquella luz lunisolar ilumina una gran nube blaquísima que se ha formado en el cielo con forma de gigantesco escorpión. Notamos una sensación como en los preliminares de un terremoto, pero la tierra no tiembla.
Según el Sol y la Luna van subiendo, comienza una inenarrable pero coordinada sinfonía con los cantos y sonidos inexplicablemente armoniosos que emiten millones y millones de animales en todo el planeta: colibríes, cisnes, asnos, tigres, gorilas, cacatúas, ardillas, delfines, orcas, ballenas, jirafas, pingüinos, ranas, salamandras, grillos, libélulas, cigarras, murciélagos……
Bajé a la playa desde el monte y vi que numerosas personas realizaban las doce posiciones del saludo al sol y a la luna, cada una acompañada por su correspondiente mantra. Me uní a ellas en esa atmósfera creada por la extraña luz y el colchón sonoro de los mantras y la sinfonía animal, que invadían cálidamente todos los rincones habitables e inhabitables. El tiempo transcurría casi sin darnos cuenta cuando el Sol y la Luna comienzan a ser tragados por el mar allá a lo lejos. La sinfonía fue cediendo progresivamente, mientras el silencio metalizado iba ganando terreno. La luz lunisolar fue apagándose poco a poco hasta desaparecer por completo dejándonos a todos con la gran duda:
¿ ?
Fin?
Según el Sol y la Luna van subiendo, comienza una inenarrable pero coordinada sinfonía con los cantos y sonidos inexplicablemente armoniosos que emiten millones y millones de animales en todo el planeta: colibríes, cisnes, asnos, tigres, gorilas, cacatúas, ardillas, delfines, orcas, ballenas, jirafas, pingüinos, ranas, salamandras, grillos, libélulas, cigarras, murciélagos……
Bajé a la playa desde el monte y vi que numerosas personas realizaban las doce posiciones del saludo al sol y a la luna, cada una acompañada por su correspondiente mantra. Me uní a ellas en esa atmósfera creada por la extraña luz y el colchón sonoro de los mantras y la sinfonía animal, que invadían cálidamente todos los rincones habitables e inhabitables. El tiempo transcurría casi sin darnos cuenta cuando el Sol y la Luna comienzan a ser tragados por el mar allá a lo lejos. La sinfonía fue cediendo progresivamente, mientras el silencio metalizado iba ganando terreno. La luz lunisolar fue apagándose poco a poco hasta desaparecer por completo dejándonos a todos con la gran duda:
¿ ?
Fin?