Secreto Deseo y Dulce Fantasía
El Místico enfebrecido que se pasaba el día levitando, consumido por su ansia de amor divino, en el fondo de su ser albergaba un secreto deseo: que la Eternidad fuera el interior vacío de un Gran Hueso Blanco al que le hubieran chupado todo el Tuétano.
Por el contrario, el recalcitrante Ateo que predicaba su anarquía a todo aquel confiado que se le acercaba, escondía una dulce fantasía: soñaba que al morir, al fin podría reposar su vieja cabeza cana sobre los Muslos Blanquísimos de la Huríes en el Paraíso.
El Místico enfebrecido que se pasaba el día levitando, consumido por su ansia de amor divino, en el fondo de su ser albergaba un secreto deseo: que la Eternidad fuera el interior vacío de un Gran Hueso Blanco al que le hubieran chupado todo el Tuétano.
Por el contrario, el recalcitrante Ateo que predicaba su anarquía a todo aquel confiado que se le acercaba, escondía una dulce fantasía: soñaba que al morir, al fin podría reposar su vieja cabeza cana sobre los Muslos Blanquísimos de la Huríes en el Paraíso.
2 comentarios:
Nizam El-Molk, Visir persa le preguntó a su protegido el gran poeta,astrónomo y matemático Omar Khayyam: -¿tienes miedo al más allá?- y Omar le contesta: - ¿porqué tener miedo?, después de la muerte está la nada o la misericordia.
"Espero que me acepte o, al menos, que me exponga sus ideas -dijo el Visir-, puesto que he empleado tanto tiempo estudiando en esas escuelas."
"!Que lástima! -exclamó el gran poeta-, usted ha estudiado a los maestros y sus enseñanzas.
Lo que tendría que haber sucedido es que los maestros y las enseñanzas lo estudiaran a usted.
Entonces si habríamos tenido algo interesante".
¿Quién a quién?
CUENTOS SUFIES
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