El temible soberano turco de la rama de los Selyuquíes, Togrul Beg, apodado “el Halcón”, era estéril . En su afán por tener descendencia consultó a chamanes, curanderos y astrólogos buscando remedio para su mal. Estos le prescribieron que en cada luna llena tragara el prepucio de un niño recién circunciso. He de decir que el remedio no dio resultado, por si a alguien se le ocurre recurrir a él. Aunque cualquiera sabe, estos soberanos turcos, eran muy temibles y todo lo que quieras pero puede que se olvidara de su dosis en alguna luna llena y el remedio quedara invalidado.
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