Pesadilla nº I. El Huevo

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Pesadilla Nº I

El Huevo
  
Un Huevo se enfurece
azotado por la tempestad

Se arrodilla en el suelo
llorando a moco tendido

Luego se arrepiente
y besa a los transeúntes
que van vestidos de gala
hoy es la fiesta del pueblo

Los transeúntes se frotan las mejillas
para borrar los restos del beso

El Huevo se parte en dos:
¡sale una Gallina clueca!
que va poniendo un huevo
 cada dos metros y medio

La tormenta arrecia
los huevos eclosionan
y salen de su interior:
¡Payasos listos y tontos!
de dos en dos
de dos en dos



El Golfillo y Godofredo

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EL GOLFILLO Y GODOFREDO

El Golfillo se cansó
de jugar siempre a lo mismo
el Aro…la Pelota…el Globo

¡Hay que ir un poco más lejos!
se dijo con voz atiplada
sin sentido del ridículo

Y se puso a inventar juegos
que nadie se imaginara
Huyendo del aburrimiento
como de un perro con rabia

Con su amigo Godofredo
montó un negocio lustroso
Consitía en un lavadero
para restaurar el “Aura”

¿Señor, le lavo su aura?
¡Está echadita a perder!
¿Y cómo lo sabes, mocoso?
¡Solo hay que verle la cara!

También inventaron canciones
para cantar solo en domingo
con coros de espantapájaros
a un público de sordomudos

Los sordomudos felices
los colmaron de regalos
y el Golfillo y Godofredo
se animaron de lo lindo

Por eso inventaron un juego
que consiste en meter dentro
de un Agujero Negro
a los que amargan la vida
del prójimo y su consuegro
del tonto y del desgraciado
de la niña del lacito
del niño que se ha perdido
con sus calcetines blancos
del borracho que vomita
del pobre que mira al suelo
de la mujer que no quiere
reflejarse en el espejo
del hombre que no encuentra
la puerta del laberinto
del inocente de turno
más tierno que un cebollino…

Pero más pronto que tarde
llenaron el Agujero
Y ahora quieren inventar
un cielo lleno de agua
con sus peces voladores
donde las estrellas floten
Con Lunas adolescentes
y Soles que no se ahoguen.


El Detective

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El Detective
           

Se lo había advertido:

 -No me sigas más, conoces mi personalidad paranoica. Cualquier día cometo una locura, así que no respondo si sigues con tu jueguecito de no despegarte de mí ni a sol ni a sombra.

            Cumpliendo con mi trabajo de detective, una tarde salí a comprobar si la rubia a la que estaba siguiendo por orden de su celoso marido, se reunía con su amante en un hotelucho lindando con la misma selva. El calor era insoportable y me refugié en el bar del hotel donde bebí varias cervezas heladas. La rubia no apareció, el soplo de un colaborador pareció ser falso, así que después de dos horas de tediosa espera, la sensación de haber perdido el tiempo y unas cervezas de más en el cuerpo, salí del hotel a un estrecho callejón, mal iluminado por unas tristes farolas,  que conducía al centro del pueblo.

            Sentí la sensación de que alguien me seguía y allí estaba de nuevo, apoyado en el oscuro muro del callejón. Ya se lo había advertido, no me lo pensé dos veces, le vacié todo el cargador de mi revolver en el pecho. El muro quedó como un colador y mi sombra se desplomó en el suelo. Me alejé de allí rápidamente, sintiéndome como un hombre nuevo, como un detective sin sombra, ligero como una pluma.


Babelain CD El Espejo Ahogado

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Para presentar mi CD “El Espejo ahogado” cuento de nuevo con la inestimable colaboración de mi amigo Ficus.


Presentación por Ficus:

Desgranando las piezas de un ahogado espejo

Nada mas escuchar los primeros compases de "En El Fondo Del Rio", con esa guitarra cristalina, los arreglos de cuerda y las envolventes palabras que rozan la ensoñación, uno se da cuenta que está frente al trabajo de un personaje genuino y peculiar, cuyo particular estilo (salpicado por pequeñas pinceladas de grandes referencias musicales y literarias)  sería muy dificil de calificar.
Este prolifico y polifacetico creador de textos y melodías se llama babelain. Digo lo de prolifico porque nos encontramos ante la diciseisava entrega publicada en los últimos tiempos.
Dicho esto, y con la perspectiva que da el hecho de conocer la practica totalidad de sus últimos trabajos, podría calificar a este "El Espejo Ahogado", como el mas completo, variopinto y elaborado de todos ellos.

Esa amplitud de miras queda perfectamente reflejada en "Interzona", donde la musicalidad gira 180 grados, decantandose por  crudos riffs de guitarra y una letra incendiaria al mas puro estilo de mi adorada generación beat de escritores.

Otra vuelta de tuerca musical llega con "Olvidar". Un ejercicio de madurez y reflexión a ritmo de Bossa Nova. Si eres de los que escucha, además de oir, sabrás a lo que me refiero cuando digo madurez y reflexión.

Sería imposible atribuir una definición a canciones como "Confesiones" o "Al Otro Lado".  Así es que, quien pueda encasillar a Tom Waitts o Nick Cave, que intente encasillar a babelain cuando serpentea por su particular e inconfundible mundo.

El aire de la época dorada en la costa oeste, se percibe en "Uno Asesina A Quien Puede". Con un pasaje central de guitarra que es toda una alegoría en tributo a The Byrds y ese sonido tan caracteristico de las doce cuerdas ( Sin duda, una de mis favoritas ).

Como ya dije la primera vez que escuché "El Tiempo La Muerte y El Amor", la maravillosa y casi caustica letra, parece un ejercicio de optimismo en la sugerente y dulce voz de Mavi.

Aires de rock clasico, wha wha y percusión demoledora, que se tornan tranquilidad y mas tarde sicodelia. Todo ello en escasos tres minutos bajo el apodo de "El Velo de Maya".

A partir de ahí, el disco entra en uno de mis temas preferidos, el mundo de los covers. En esta ocasión con cuatro joyitas esplendidamente escogidas. Tres de ellas pertenecientes al particular mundo de los grandísimos hermanos Davies, de entre las que destaca, sin duda,  la magnifica ejecución de "I've got that feeling", una de las mejores y menos conocidas canciones de The Kinks.
Completando la selección, un clásico entre los clásicos "Please Mr Postman" con el joven Bruno a la cabeza. Dos generaciones unidas por la misma causa jejeje...  Todo un lujo.

Y para cerrar con broche de oro esta sensacional diciseisava entrega, otra de las señas inconfundibles de babelain, la música sin palabras. En esta ocassión con dos regalos llamados "Tertulia de estrellas y aerolitos" (Hay algo en esta canción que me recuerda a los Traffic de Winwood) y la tranquila, pero intensa "La Ultima Carta de Dylan Thomas" de remarcado deje sureño, donde la harmónica parece cobrar vida e incluso hablar por momentos.

¿Quien da mas?.

Reproductor múltiple por Napi:











Listado de Temas:

  1. En el fondo del río (Babelain)
  2. Interzona (Babelain- Letra inspirada en el “Almuerzo Desnudo” de W. Burroughs)
  3. Olvidar (Babelain)
  4. Confesiones (Babelain)
  5. Al otro lado (Babelain)
  6. Uno asesina a quien puede (Babelain)
  7. El Tiempo, La Muerte y El Amor (Babelain)
  8. El Velo de Maya (inst.) (Babelain)
  9. I’ve got that feeling (R. Davies)
  10. You shouldn’t be sad (R. Davies)
  11. Pleas Mister Postman (Holland, Bateman, y Gorman)
  12. Milk cow blues  (Sleepy John Estes)
  13. Tertulia de estrellas y aerolitos (Inst.) (Babelain)
  14. La última carta de Dylan Thomas (Inst.) (Babelain)

Todas las voces e instrumentos por Babelain excepto:
4.-          Mari Ángeles (Castañuelas) y Mavi (Silbido)
7.-          Mavi (Voz)
11.-        Bruno (Voz) Rafa (Batería) Mavi (Coros)

Portada.- Babelain
Contraportada.- Napi

Nuevo Link Link para bajar el CD con portadas incluidas: 20/01/1017

http://www90.zippyshare.com/v/AfXZdwvV/file.html



Dejando paso

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Dejando paso

De un tiempo a esta parte, a veces pienso que debo dejarme paso a mi mismo. A ese mi mismo que viaja en solitario por el desierto y que sorprendentemente reconoce  los espejismos y sabe donde encontrar el oasis cuando las fuerzas y el agua escasean.

Ese mi mismo es un enigma pero surge solo. Salta como un resorte si estoy alerta y ya lo voy conociendo un poco. Parece que “pasa” de mi antiguo supuesto “estilo” y aunque al anterior le tenía cierto cariño, este parece más “ligero”, más “alegre” y tiende a saltarse ciertas barreras.

Quedan algunos escombros en estas escaramuzas entre “yoes” y hay que hacer limpieza de vez en cuando, pero viéndolo desde fuera, a cierta distancia de ambos “yoes”, se vislumbra un “paisaje” bastante curioso y nada desolador. El problema es que para tener esa visión hay que inventarse otro yo y ya van siendo demasiados.  

El Alcayata

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El Alcayata”

Aquel cura era un mamonazo con todas las letras, m-a-m-o-n-a-z-o. Le llamábamos “el alcayata”, ¿que porqué? pues porque cuando se cabreaba, nos gritaba:

– ¡os voy a poner así de derechos!  

Y levantaba el dedo índice que lo tenía doblado casi en un ángulo de 45º. Claro, nosotros nos descojonábamos por dentro porque si nos descojonábamos por fuera nos daba un capón de tres pares de cojones con el nudillo de ese dedo.

            En aquel tiempo llevábamos pantalones cortos, solo al cumplir los doce o trece años se pasaba al pantalón largo, cosas de la época. Un día, estando en la última clase  de vuelta del recreo, sentí unas ganas terribles de ir al servicio, tenía la tripa suelta y como todo el mundo sabe, eso no admite demora. Le pedí permiso al “alcayata” para ir al baño y me dijo que no, que acabábamos de volver del recreo, que espabilara para otra vez. Total, que no me pude aguantar y me lo hice encima. Aquello al principio estaba calentito, pero luego se convirtió en una plasta fría muy desagradable. En aquél tiempo mi timidez era supina, mayor aún que la de ahora si cabe.

Al salir del colegio con aquella carga supletoria y su olorcito correspondiente, busqué las calles menos concurridas para volver a casa. En el trayecto se me unieron un par de perros callejeros olisqueándome por detrás de cerca con mucha curiosidad, lo que hacía que mi vergüenza por ser descubierto aumentara un poco más. El trayecto se me hizo eterno.

Por fin llegué a casa y mi madre me dio una buena ducha. Una vez limpio, llenó la bañera de agua calentita y me quedé allí disfrutando de la tranquilidad del hogar dulce hogar y cagándome en la santa madre del “alcayata” (qué culpa tendría la pobre mujer).

Pues por eso y por un millón de cosas más, decía al principio que aquel cura era un m-a-m-o-n-a-z-o.
Y si no, poneos en mi lugar.

El pasillo

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El pasillo

En el pasillo de casa  tenemos un espejo de “cuerpo entero” y hacía mucho que no me miraba en él. Esa tarde me encontraba yo con el garbo suficiente y se me ocurrió asomarme, más que nada por curiosidad (soy muy curioso)

            Pues eso, que me asomé y resulta que el espejo no me devolvió mi imagen como esperaba, no estaba frente a mi sino lejos, al final de otro pasillo y dándome la espalda. Puse cara de asombro y mi imagen en el espejo se volvió a lo lejos, me saludó con la mano y se sonrío con cierta ironía (o eso me pareció a mi)

            Me pilló con “el paso cambiado”, fui al cajón de las herramientas, cogí una “machota”, me planté ante el espejo y le pegué un “machotazo” en el centro con todas mis fuerza. El espejo se rompió en mil pedazos. Dije triunfante en voz alta y desafiante:

-¡Y ahora qué!-

            En cada trozo del espejo roto en el suelo ahora se veía reflejada mi cara con gesto de asombro y aunque no lo creáis, las miles de caras me preguntaban con voz “vidriosa”:

- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? …

            Estuve a punto de contestar una burrada pero me limité a recoger los pedazos y tirarlos al contenedor. Desde entonces el pasillo quedó huérfano de espejo y el tránsito por él se hace más ligero.