(III)
Ni una ni otra. No fueron al cine. A Marta se le hizo tarde buscando el atuendo adecuado para la ocasión. Era una cosa curiosa; Marta se reinventaba semanalmente, más o menos. Los domingos por la tarde los dedicaba a planear la “personalidad” que adquiriría para la semana entrante. Una veces se vestía de Lolita japonesa, otras de ejecutiva modernísima, otras de artista conceptual, o de poeta uruguaya, o de folclórica underground, o de princesa ucraniana o de…vete tú a saber.
En esta ocasión, no esperó al lunes y decidió vestirse ese mismo domingo con la ropa planificada para la semana entrante. Parecía venir de “reportera gráfica en país africano”. Lo verdaderamente apasionante del asunto es que, quería “adoptar” la personalidad del modelo de vestimenta con la que se disfrazaba. Es decir, en este caso, se convertía en una verdadera reportera gráfica en un país africano. Al mismo tiempo que planificaba su indumentaria, los domingos por la tarde, buscaba en Internet información sobre su nueva “personalidad”.
Decidieron buscar un sitio para cenar. Marta propuso un restaurante de comida Senegalesa para estar acorde con su nueva “personalidad”. Jimmy empezó a tomarse todo aquello a guasa; más le valía. Pero Marta no bromeaba. Le iba la vida en su metamorfosis semanal. En el camino fotografió a toda persona de color con la que se cruzaba; pensaba luego hacer un reportaje con todo lo que viviera esos días.
Jimmy aprovechó un silencio de Marta en la comida para contarle la foto que había imaginado después de la visita a casa de sus padres: “…donde varias cigüeñas blancas chocaban en vuelo con otras tantas negras, insertándose mutuamente por el pico”. Luego le explicó que él había soñado con una cigüeña blanca y su padre le dijo que soñaba frecuentemente con cigüeñas negras. Marta dijo :”Wuauuuuuuuuu…” y pidió una cerveza al camarero “en senegalés” (había aprendido la frase en el traductor de Google) aunque incomprensiblemente el camarero le trajo una tónica schweppes.
Salieron del restaurante y caminaron calle arriba hasta llegar a un cruce donde siempre se separaban para enfilar cada uno el camino a su casa. Pero en esta ocasión, Marta estaba guerrera y quiso acompañar a Jimmy a su casa. Esa noche hicieron el amor en plan africano, o lo que Marta entendía por eso. (Esto último no lo había estudiado en
6 comentarios:
Os lo advertí, no se pueden adelantar acontecimientos.
Saludossssssssssss
Esta bien eso de reinventarse cada semana. Es mas creo que voy a copiar la pauta y esta semana adoptaré la personalidad de camionero checheno.
Buscaré en google pautas de comportamiento.
Lo que es evidente es que el pobre Jimmy adolece de personalidad y acaba siempre haciendo lo que los demás deciden.
Como diría el rey "salgo en los sellos, salgo hasta en las monedas, pero en casa no pinto na".
Un abrazote.
Veremos...
Eso de hacer el amor en plan africano, ¿en qué consiste?
El pobre de Jimmy no va a terminar bien... lo de la guasa le va a salir caro.
Ficus, he hecho un pedido a Tam Tam Percusión en Sevilla de una batería electrónica Roland; no me cobran el porte, si no te hubiera hecho el encarga a ti como camionero checheno. Ya veremos si Jimmy es un tipo con suerte o no, al margen de si tiene o no tiene personalidad.
Freaky, si veo a Marta se lo digo de tu parte. Y si no, te la presento y se lo explicas tú jejeje
Paco, soy del norte de África, pero estas cosas se hablan en privado, por cierto ¿en Huelva como se hace el amor? lo miraré en google. Y no te fíes de los que parecen infelices. Veremos en que acaba la cosa.
Gracias y
Saludosssssssssssssssssssssssssss
¡Vaya tela! ¡Ya decía yo que lo de Godard/Jarmush no llevaba a nada productivo, habiendo tanto que libar! Si es que la tarde de un domingo acaba siendo muy cortita para dos horas de prolegómenos.
Y no estoy muy de acuerdo en que Jimmy se deje llevar, para mí que tuvo la habilidad de hacer que todo surja tan "natural" como si Marta/Dora la exploradora hubiera dirigido los pasos de ambos, pareciendo iniciativa de Marta hasta la "forma africana" consultada en el buscador omnisciente (por cierto, el camarero está fuera de onda ¡mira que traerle una chueps! Ni que no consultara la misma fuente).
Bueno, pues a ver a dónde nos lleva la concupiscencia reunida de geyper (más bien Ji-Mar, pero no suena igual)
Pues eso, la concupiscencia lleva a lo que lleva. Pero es que los personajes son (somos) marionetas la mayoría de las veces. Ya te digo, el IV está recién publicado.
Saludosssssssssssssss
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