LAGRIMAS

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LA FARMACIA

Entro en una farmacia. Las estanterías están repletas de frascos de cristal de distinto tamaño, forma y color. Todos los frascos contienen “lágrimas”. Le pido un folleto a la joven farmacéutica de ojos enormes:

-¿Tienes un catálogo informativo?-(iba a añadir –¿muñeca?-, pero el Humphrey Bogart que llevo dentro estaba aún dormido)

-desde luego-me contesta sonriendo con sus ojos descomunales; y me ofrece un catálogo con el título de

LÁGRIMAS

Lágrimas de:

Gacela.- Contra la pereza física y mental. Frotar en las ingles a oscuras.

Lechuza.- Mitiga el mal de amores. Tres gotas al día antes del crepúsculo

Salamanquesa.- Afronta el otoño con garantías. 1 gota en un litro de absenta. Beber del tirón.



Fantasma (desecadas).- Contra el orgullo herido. Frotar en todo el cuerpo enérgicamente. Leer algún haiku después del frotado.


Buey.- Nivela la conciencia y el azúcar en sangre (especial para políticos y cantantes “melódicos"). 1 frasco al día.


Mendigo.- Nos libera de una vez por todas de la metafísica. 2 gotas antes del primer pensamiento matutino.


Erizo de Mar.- Contra la incredulidad; de paso cura las migrañas. De vez en cuando, como por sorpresa, un par de gotas.


Poeta.- Indicado para los cortos de vista y flatulentos. Un sorbito en una copa con champagne francés o cava.


Ruiseñor.- Vence la pesadez del alma. Mezclar unas gotas en el agua caliente del baño y cerrar los ojos durante media hora.


Cocodrilo.- Para el “consuelo” en general y los prejuicios odiosos. Beber unas gotas mirando al mar sin fijar la vista.


Etc…

-no veo “lágrimas de farmacéutica- le digo

-yo no lloro nunca- me espeta muy seria

-ya llorarás, muñeca, ya llorarás- le contesto seductor (había despertado Humphrey)

-entonces dame unas lágrimas de hormiga- digo dándomelas de listo

-las de hormiga son con receta médica- me indica

-soy médico, pequeña- extiendo la receta y se la entrego

-tenga cuidado con la dosis, si se pasa, se esfuma en el espacio- me advierte

-eso pretendo, muñeca, eso pretendo-

le guiño un ojo y me voy sin prisas a esfumarme en el espacio.

CANSANCIO

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CANSANCIO

Estoy en casa tumbado en la cama, muy cansado.

Me duermo y sueño que estoy en la playa, debajo de una sombrilla, muy cansado.

Me duermo debajo de la sombrilla y sueño que estoy muy cansado y quiero ir a casa a dormir.

Al final me despierto, preparo un té “earl grey” y salgo al jardín a ver amanecer.

Llueve.

EL ESTANCO

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EL ESTANCO

Salí a comprar tabaco, aunque no fumo desde hace más de veinte años. La fachada del estanco había desaparecido y en su lugar había una especie de cortina. Cuando me acerqué comprobé que la cortina era de humo blanco y espeso. La atravesé y entré en un mundo…como os lo explicaría….

En un inmenso espacio que parecía no tener fin, millares de hombres cubiertos de plumas y en cuclillas empollaban grandes huevos. Todos los hombres fumaban, unos con pipa, narguilé, chilon, cachimba… otros consumían cigarrillos con filtro, sin filtro, rubios, negros, mentolados, con o sin boquilla.

Paseaba entre ellos cuando empezó a sonar una especie de himno dodecafónico al mismo tiempo que se oyó un resquebrajamiento inmenso que me puso la piel de gallina. Aparecen en fila india miles de mujeres que ayudan a salir de los huevos medio rotos a unos bebés a los que van vistiendo a la manera tradicional de los más diversos países. Alcancé a ver etíopes, chinos, canadienses, indonesios, peruanos, tiroleses, escoceses, italianos, polacos…cuando de pronto se me acerca un tipo con pinta de vendedor de biblias en el oeste (yo hasta entonces pensaba que era invisible para esta gente, pero no era así). El tipo me pregunta que con cual me quiero quedar, advirtiéndome que los de “color” son un poco más caros. Lo miro como si estuviera viendo al diablo pero hago un gesto como de quitarle importancia a la cosa y todo fuera de lo más normal. Me doy la vuelta y enfilo hacia la cortina de humo que no había perdido de vista desde que entré. La traspaso y me encuentro de nuevo en la calle; la gente parece ajena al mundo que acabo de abandonar, como si no existiera. Cuando cruzo la calle me vuelvo y veo que la fachada del estanco vuelve a estar donde siempre y la cortina de humo ha desaparecido. El estanquero me sonríe de forma extrañísima desde la puerta del estanco fumando un cigarrillo. Salgo “pitando” , entro en el primer bar y le pido al camarero

-un Campari con Soda bien cargado de Bourbon, por favor-

El camarero me sirve la copa y al verme cabizbajo y algo abatido me ofrece un cigarrillo, le contesto:

-gracias, no fumo-

EL SUEÑO

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EL SUEÑO

Nos vence el sueño

Una derrota agradable

La victoria del que pierde

Nos aleja de lo oscuro

Nos instala en ese mundo

Donde la luz nos cobija

Nos hace olvidar el ansia

De existir por decreto

“No hay Ley de la Gravedad”

El guionista de los sueños

Desayuna mescalina

Canta como un tirolés

Se mece como un funámbulo

En un alambre ilusorio

Entre la vida y la muerte

El guionista de los sueños

Lleva gafas de mercurio

Y oye solo el tercer eco

Con su flauta disonante

Nos dirige hacia una gruta

En el interior del cielo

Esa gruta es reversible

Contiene lo que está fuera

Y dentro solo hay espejos

Al despertar nos traemos

Alguna brizna de hierba

Que marchita con el tiempo.

Clamores. Reedición.

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CLAMORES
Dos hombres dialogan en una calle de San José (Cabo de Gata) el 5 de septiembre de 2.010. Hasta la línea continua es un diálogo real, aunque parezca mentira; el resto es inventado siguiendo el ¿hilo?
-¿Tienes ya el antivirus?
-No
-Entonces haz una raya en el agua
-Es que son pequeños todavía
-Pero, ¿se oyen clamores?
-Si
-Pues les cortas la cabeza
___________________________________________________________________
-¿y si esa no es la solución?
-Solución no hay para eso, es una cuestión de honor
-Eso suena a harakiri, a samuráis…
-Los clamores hay que cortarlos de raíz
-¿y si solo son…murmullos?
¿Se te erizan los pelos al oírlos?
-Totalmente, parezco un puerco espín
-¡Clamores, fijo!, ¡córtales la cabeza!, no te compliques, sino luego sería peor
-Es fácil decirlo
-Si haces bien la raya en el agua todo irá miel sobre hojuelas
-Lo dejaré para finales de septiembre
-Siempre antes del otoño, luego, los clamores serían insoportables, se incrustan en el cerebro
-¿Y si me llega antes el anti virus?
-¡Entonces estamos hablando en vano.

Diario-I- "Burning of the Midnight Lamp"

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DIARIO (I)

(extracto)

Domingo 28 de Mayo de 1972- (madrugada) -buhardilla-Malasaña-Madrid

Tumbado en la cama, de madrugada, mientras ella duerme, se repite en mi cabeza una y otra vez la introducción de guitarra de "Burning of the Midnight Lamp" como un disco rallado. La luna entra por la claraboya encima de nuestras cabezas iluminando nuestros cuerpos ya de por sí pálidos y cansados tras las numerosas batallas del fin de semana. Cuando amanezca iremos al Rastro.

En el cuartito de al lado duerme Paco enroscado; la tarde anterior había exclamado muy alterado -¡he visto a Dios, he visto a Dios!- bajo los efectos del Romilar.

Clavada en la pared desnuda de nuestro “dormitorio” destaca la tapa de una caja de zapatos pintada de color azul “Titanlux”, con un caracol blanco y una foto de carnet de Mavi; mi regalo de cumpleaños (según ella, el mejor que le he hecho; pero no es cierto, ha habido otros mejores).

Todos están pre-ocupados

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Todos están pre-ocupados

En el crepúsculo

O a la hora del té

Han decidido pre-ocuparse.

Hay motivos de sobra.

En la peluquería

En la sex shop

Pre-ocupación

En los suburbios

En la Opera

Pre-ocupación

El vagabundo

El ejecutivo

Están pre-ocupados

Pre-ocupación

Del futbolista en el corner

Del deshollinador en la cornisa

Un globo se suelta del manojo

Y vuela libre

Todos miran al cielo.

Por un momento hay tregua.

El globo se pierde de vista

Y cada cual se sumerge

En su pre-ocupación favorita.

Isabelle

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....me dijo que todo tenía explicación..
no le dejé hablar
me hervía la sangre...
...mi "temperamento"....mi "temperamento"
mierda...mierda...mierda
mierda de "temperamento"

...ahora ya es inútil...
...lo eché todo a perder...
..¿o quizás?...
...no... ya es tarde...
aún tengo sus ojos clavados en los míos..
...mierda...

As tears go by- Rocky and Bab

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(Rocky)


En este tema que publicamos en el hilo de "Maquetas nuestras" en la web !PocodMusica en Junio de 2.009, Rocky pone la voz solista. Hasta ese momento ella hacía las funciones de manager virtual de "Los Sufricientes" y de "Babelain", pero aquí se soltó la melena y se puso a cantar. Copio la presentación que hizo mi amigo Vikingo en su momento en 1PocodMusica:


As Tears Go By
(Jagger/Richards/Oldham)
Marianne Faithfull (Junio 1964)
The Rolling Stones (18 Diciembre 1965)
--- oo OOO oo ---
Babelain & r0ck4ndr3d (14 Junio 2009)
Todos los instrumentos y 2ª voz: Babelain.
Voz solista y gráfico: r0ck4ndr3d.

Saludos a todos amigos.
Para esta canción no voy a hacer una presentación grandilocuente ni exagerada de lo buen artísta que para mí y para muchos de vosotros es Babelain, ni de lo bien que toca todos los instrumentos, ni de sus nítidas producciones. Tampoco quiero decir nada sobre la buena predisposición, de lo sensual de su voz, ni de la correcta interpretación que r0ck4ndr3d ha hecho para esta preciosa melodía de los Rolling Stones.
Todo esto ya me consta, por eso no deseo hacer una presentación gratuita ante una audición que es una evidencia sonora y que no necesita palabras que quizás caerían en la banalidad.
De lo que sí estoy seguro es de que vais a disfrutar con esta versión de "As Tears Go By" de ¿The Rolling Stones?, ¿Marianne Faithfull?, que nos transportan a mediados de los años sesenta con una de las más bellas melodías y poemas de todos los tiempos, a cargo de nuestros queridos amigos:

Babelain & r0ck4ndr3d.

Anecdotario: Se me ocurren dos anecdotas.
Primera: Esta fue una canción de los Rolling que en principio cantó una voz femenina: Marianne Faithfull, aquí Rocky.
Segunda: En los créditos de la composición del tema aparace Oldham, manager de los Rollings por entonces. Aquí también aparace una manager colaborando, no en composición pero sí cantando.
Para que luego digan que las leyendas o anecdotas del rock son meros cuentos.
"Y yo sigo aquí sentado, recordando cosas de mi niñez, mientras dejo correr las lágrimas...".

El pastor

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EL PASTOR

Vivimos en una casita en el campo. Ayer al atardecer, mis dos hijas, de ocho y diez años, de carácter alegre y dulce, habían salido a jugar a un pequeño prado que no está lejos, aunque antes hay que pasar por un estrecho desfiladero. Cuando anochecía y vi que no volvían tuve un presentimiento y salí en su busca.

Al llegar vi que dos niños asilvestrados de pelo alborotado y ojos muy claros jugaban con ellas de forma un tanto violenta. Uno de ellos había rodeado con sus brazos a una de mis hijas y la había lanzado como se lanza a una peonza. Ellas, a pesar de que les atraía el juego, estaban empezando a asustarse. Me acerqué, las cogí de la mano y me despedí de los chicos sin querer molestarlos, precavidamente. Ellos, casi amenazantes, me preguntaron si podían venir con nosotros; les dije que no, que teníamos unos perros sueltos en el jardín que eran peligrosos. Me dijeron que los encerrara y les dije que no podía. Se quedaron en el prado a regañadientes, pero no me fiaba mucho de ellos. Cuando llegamos al desfiladero, estuve muy atento por si los niños nos seguían y se les ocurría tirarnos piedras desde las rocas. Hacia la mitad del desfiladero, en una roca, por encima nuestra, a la derecha, nos encontramos con una especie de aparición: un pastor, de pié apoyado en su bastón, sobre la roca saliente y rodeado de algunas cabras, casi inmóviles, daba la impresión de que fueran a caerse sobre nuestras cabezas. La luna llena, que no se veía, los alumbraba desde atrás, envueltos en brumas blanquecinas; no nos prestaron atención; eran como estatuas de mármol. Después de caminar un rato, vimos el humo de la chimenea de nuestra casita; los perros se acercaron ladrando y moviendo el rabo. En la mesa nos esperaba una cena caliente.

Bruno en la playa sin Pauline ni wifi

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Paseo

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Paisaje

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Parejas

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Sasha II. Microrelato-Continuación-

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SASHA II
(Leer primero "Sasha I" en la entrada anterior)

Sasha camina cada día hacia el banco del paseo. Se sienta a esperar a la misma hora pero la cita nunca sucede. Siempre, unos minutos antes de abandonar la espera, siente un temblor, la piel se le enfría, parece más blanca y con algunos reflejos verdes como el musgo.

Una tarde de finales de verano, justo antes de abandonar el banco, sintió el temblor algo más violento, la piel se le estiró, se hizo más suave al tacto pero menos flexible, trató de levantarse pero ya no pudo, se había convertido en una especie de estatua abandonada en un jardín olvidado.

Ahora, a menudo, los turistas se fotografían junto a ella, le rodean el cuerpo con sus brazos y sonríen a la cámara como exhibiendo un trofeo de vacaciones.

Al año siguiente, un día ventoso y lluvioso de otoño, aquel joven de la cita incumplida pasó por delante del banco con el paraguas zarandeado por el viento y vio la estatua sentada en él; recordó el instante del encuentro ingrávido, lo tenía “petrificado” en algún lugar remoto de su memoria. Siente el mismo impulso de aquel día de pedirle fuego pero enseguida recapacita y sigue rápido su camino, llegará tarde también a su última cita.