Secuestrando al Cucú
Es tiempo de Sueños Rotos
Y cromos repetidos
Que nadie nos cambia por otros
Tiempo de falsas flores
De esas que los payasos
Llevan en la solapa
Es tiempo de charlatanes
Que ofrecen frutos podridos
Con sonrisas enigmáticas
Es un tiempo muy amargo
Donde hasta los nenúfares
Se ahogan en los pantanos
Tiempo de dejar huellas
En los árboles del bosque
Para el camino de vuelta
De secuestrar al cucú
Que habita el viejo reloj
Por un tiempo indefinido
Mientras tensamos el arco
Apuntando a la diana
Sin que nos tiemble el pulso
7 comentarios:
Las fotos las he pillado por ahí. Algunas las he fundido. Es tiempo de fusiones, antes de que nos fundan.
Saludosssssssssssssssssssss
Y con nuestros sueños rotos hacen cosecha, Bab, nos han fundido y "para ellos" este es tiempo de recolección. Se han pasado medio siglo repitiendo la misma cantinela hasta que nos han convencido de que nuestro sacrificio hará un país mejor (para ellos). Pero han de contar con que, al fundirse nuestras ilusiones de un mundo más justo, tal vez se vean salpicados, quizá hasta les llegue a doler en carne propia, porque cuando no hay esperanza nada se puede perder y mucho se puede molestar a los secuestradores del cucú ¡que a ellos sí que les queda algo que quieren conservar! ¿Son ellos los conservadores? Pues ¡¡¡¡que le pongan mil ojos a sus hojalatas, que el hambre es mala consejera cuando hay tanta conserva!!!!
Muy atinado lo tuyo, Bab, gracias por ponerlo y tan lindo.
Pero en estos malo tiempos (también para la lírica), mola mucho leer cosas como ésta. Saludossssss.
Napi, te has despachado a gusto eh?. Yo insinúo y tú te lanzas en picado. La cosa está que arde, se nota en el ambiente. Gracias por el comentario tan "encendido".
Gracias, Johnny, al menos "nos queda la palabra" (aunque sean versos tan torpes como estos)
Saludosssssssssssssssss
Hola
Espero que pronto florezca el ánimo y las cosas mejoren, para que los sueños sean menos peores. Muy coherente tu poema. Gracias por estos buenos momentos que nos das con tus escritos.
Siempre me han gustado mucho estos relojes, de pequeña me parecían mágicos... y ahora descubro con tus versos que siguen teniendo su toque mágico... paso el ratón suavemente por el segundo reloj y se mueve a saltitos
Jazzy
Un kilo de saludos
El Cuco de mi viejo Cucú, hace ya mucho tiempo que dejó de asomarse por la portezuela de la casita Suiza, algún dia lo abriré para ver si sigue allí. Malos tiempos, es cierto, pero no perdamos el ánimo y la esperanza, de situaciones peores hemos salido.
Un saludote.
Jazzy, el ánimo es lo que nos queda. Y los sueños, claro, aunque algunos se rompan.
Ya quedan pocos relojes de esos. Gracias por tu visita y comentario.
Antoni, si sigue allí el cucú, dale recuerdos míos y le lees el poema, a ver que le parece jejeje.
Gracias por pasarte.
Saludossssssssssss
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