Erase una vez...

|



Mi amigo Jose Kortocirkuito dice que el solo entiende los cuentos que empiezan por “Érase una vez...”
Pués ahí va uno, lo que pasa es que...


Érase una vez...

...aquel que lo sabía todo, y que, un día, se atragantó con el hueso de una ilusión mal masticada. Por otro lado encontramos a aquella que siempre estaba satisfecha y, de pronto, descubrió, en el interior de un sueño, que había perdido los colmillos. El pasado tortura a ambos, al sabiondo y a la satisfecha. Pero se rehacen en tiempo récord. El presente los junta en acto de servicio y obsequian a la humanidad con un romance de circo. Ahora dan conferencias en lugares remotos del globo, asombrando a las multitudes, que los oye con recogimiento. De las multitudes, en ocasiones, brota un disidente formulando preguntas comprometidas, que les hacen tambalearse en su pedestal.

Aunque esto ocurría pocas veces, cuando sucedía, sus cuerpos y sus mentes se convulsionaban durante horas, hasta que superaban o, más bien, olvidaban el incidente y a otra cosa, mariposa.

El sabiondo vestía a la moda, pero a la moda de hacía muchos años. No renovaba el vestuario porque lo que él se ponía era lo más chic que pudiera existir por los siglos de los siglos. Y la feliz, se apañaba con cuatro trapillos, presumiendo a menudo de ello entre sus amigas. Al final consiguieron un visado para viajar al futuro y se presentaron allí con sus ínfulas mal disimuladas.


En el futuro aún no se había inventado el hara-kiri, ni el color violeta. Se quedaron muy sorprendidos y montaron campañas de promoción para darlos a conocer. Pero allí, los “futuristas” no les hacían ni puto caso. Ella, al sentirse ignorada, se volvió infeliz y se suicidó colgándose de un árbol. El rostro mostraba un color morado intenso nunca visto antes por esos lares. Él, al verla en ese trance, se hizo el hara-kiri al instante. Los del futuro, por fin, descubrieron esos dos inventos al mismo tiempo y rieron largo y tendido mientras el sol se ponía tras el horizonte. Y colorín colorado...

8 comentarios:

jose kortozirkuito dijo...

pueeeees ejem,ejem ejem,uuuuf uuf ¡jooooder¡buag,¡la hostia que escalofrio,no dá para mas mi comentario,a ver si lo digiero,¡¡¡joooooder¡
marisebiatragantá


Hola Bab:
Al fin un cuento como dios manda, solo le falta el: Este cuento se ha acabado.
Al principio parecía un cuento siniestro, pero al final he visto que es un cuento de optimismo:
Los triunfadores del presente serán los suicidados del futuro (y va por unos cuantos que no hace falta nombrar).
El dibujo, nada jipi por cierto, bien chulo, como de costumbre.
Zaludozzzzzzzzzzzzzz
Jose

Antoni dijo...

Hola:
Dios los cría y ellos se juntan. Y al final terminan como terminan. Muy buen montaje fotográfico.
Y colorín colorado, ambos se han suicidado.

Saludos
Antoni

Milena dijo...

Pues una de las frases hechas de tu cuento --'a otra cosa, mariposa'-- es una de mis preferidas: Un día soñé que me acercaba en modo zoom a mi lápida y que ponía eso mismo, tal cual, 'a otra cosa mariposa'... y desde entonces la incorporo frecuentemente en mis pensamientos varios...

Un final redondo para Érase una vez... los dos han acabado como el rosario de la Aurora... Y todo bastante morado... en el futuro no existirá pero en el presente abunda... hasta empalaga ya el color ese...

La imagen le va al relato como anillo al dedo

Saludos. Buen domingo

Rick dijo...

A veces haces una mezcla de estilos muy original: esos saltos de realidad a ficción y vuelta a empezar son muy tuyos. Y por el medio te quedan figuras brillantes, como el "hueso de la ilusión" o los colmillosperdidos en un sueño.

Por momentos parece que los dos protagonistas se nos hacen conocidos (¿algún político, o algo así?), o no; en cualquier caso, por fin acabaron teniendo alguna utilidad en ese futuro tan raro. El mundo está lleno de personajes parecidos que no sirven realmente para nada.

babelain dijo...

Pues nada, Sebi, espero que lo digieras, no es para tanto. Eso pasa todos los días, y más. Ya ves que Jose ha descubierto que es un cuento optimista. Depende de cómo se mire. Para ilustrar el relato barajé unas cuantas fotos que encontré en la red y pesqué estas dos, que fueron las que se "fundían" mejor, después de algunas pruebas.

Gracias a los dos.

Saludossssssssss

babelain dijo...

Antoni, lo del montaje fotográfico ya se lo he comentado a Jose. Me ha gustado ese final que te has inventado: "Y colorín colorado, ambos se han suicidado".

Gracias.

Saludossssssssss

babelain dijo...

Milena, eso de acercarse a la lápida (o a donde sea) en modo zoom debe ser muy útil. Del mismo modo se puede uno alejar rápidamente, si la situación lo requiere. Bonito epitafio ese.

Gracias.

Saludossssssssss

babelain dijo...

Rick, se agradece que destaques algunos detalles que te parecen acertados; eso da mucha moral jeje. Como ya sabes, a veces esas cosas salen sin saber por qué. No es estar poseido, pero casi. Posesión de andar por casa, en zapatillas, no te vayas a creer.

Bueno, esos dos personajes me los inspiran ciertas personas, pero prefiero no descubrir el pastel. Cada uno los podrá identificar con quien le parezca oportuno. Supongo que habrá muchos casos así o parecidos.

Gracias.

Saludossssssssss

Publicar un comentario