(Ilustraciones.- Mavi)
Como cazar, cocinar y
comerse al "otro"
La caza
Al “otro” le
encanta el jolgorio, la fiesta, la aglomeración, la francachela, el
ruido, la parranda, la algarabía... Y ahí es donde lo podemos
encontrar, entre el gentío, bailando la conga o haciendo el indio.
En las antípodas. Al menos a “mi” “otro”.
Ahora se trata de
cazarlo de la forma más elegante. ¿Que cómo? Pues utilizando los
ardides más sutiles. Hay cebos muy apetitosos para mi “otro”,
pero no quiero revelarlos, ya que alguien se me podría adelantar en
la captura. Mi “otro”, aunque él se cree hombre de mundo y
versado en muy diversas materias, en realidad es un inocentón,
incauto, cándido, incluso bobalicón si se quiere; así que caerá
en mi trampa en cuanto me lo proponga.
Cocinando al “otro”
Una vez cazado el
“otro” y puesto a buen recaudo, debemos dejarnos de metafísica y
de metáforas. Algo de ironía e incluso fino cinismo vendrían bien
como aderezo en el último hervor. Pero lo importante es ponerlo en
una gran plancha de madera y golpearlo con el mazo hasta que quede
blandito, esponjado. Luego necesitaría un par de horas de maceración
en el balcón, a la sombra, haciéndole oír algo de poesía albanesa
y algún requiebro de minero japonés tímido. A la mitad de la
maceración, se puede añadir trufa negra, pero es cara. Espolvorear
pimienta negra de un modo generoso. Su chorrito de limón en el
ombligo no puede faltar. Y contarle algún chiste sin gracia, que le
recuerde a sus habituales correrías nocturnas. Ahí ya se ablandaría
del todo. Ya podemos pasar a la cocción pura y dura. Yo no
utilizaría vino, se lo bebería antes. Así que con un poco de
vinagre de manzana va que chuta. El tiempo de cocción varía según
la dureza del agua del lugar.
El Banquete
Este manjar no
debería degustarse en soledad, aunque tampoco sería un crimen. Yo
invitaría a alguna antigua amante del “otro” (si la tuviera; si
no, alguna prostituta que hubiera tenido comercio carnal con él) y,
por supuesto, llamaría a mi primer y juvenil fracaso amoroso (ese
que te hunde en la miseria), que se presentaría con un galgo
hambriento (para aprovechar los huesos y las higadillas). Haríamos
buenas migas los tres, y el perro; y nos reconciliaríamos con
nuestro pasado. Sobre todo, yo. El resquemor es malísimo para el
hígado.
En la escena final
se nos ve a los tres tomando poleo menta en una terraza bar, de
madrugada, para facilitar la digestión de tan opuesto pero apetitoso
manjar. Al perro lo hemos dejado en casa un poco tristón.
13 comentarios:
Qué delicia nos traes hoy Babelain -je, y nunca mejor dicho... ;)
Qué magnífico conjunto, espectacular, me chifla tu escrito con los dibujos de Mavi -la verdad es que se echaban de menos...
Con esta serie última de entradas tuyas, me digo que a ver si encuentro a mi otra, tengo tal desbarajuste que no tengo ni idea de donde puede estar... el caso es que me han entrado ganas de bailar con ella... viendo ese baile de caza... Anda que tu otro se debe quedar fino después de ese cocinado... sólo falta ponerle una manzanita en la boca... y regarle con vino aunque se lo beba... total! Y hala que le aproveche a las susodichas, que se lo coman con patatas...
Gracias mil a los dos ☼
Amigo caníval. Tomo nota de la receta. Lo que me va a resultar más dificil va a ser dar caz mi otro (En eso soy poco ducho). Como no tengo perro, sólo invitaré al festín a una de mis primeras amantes, una de esas muñecas de Abril que me arañaron de frente y perfil, que se comieron mi naranja a gajos y me arrancaron la ilusión de cuajo.
Im--presionante relato y muy buenas las ilustraciones..
Un saludote
Hay cebos y cebos. Y hay que reconciliarse con el pasado, vaya que sí. Abrazossssss.
Veo que tenemos un "otro" muy parecido. De todos modos, yo casi prefiero que ande suelto; sin molestar mucho, claro. O sí, no sé. Llega una edad en la que uno ya no sabe nada y tal vez tuviese razón el otro.
Me han gustado mucho las ilustraciones. Y eso que resultan difíciles, ya que los trabajos en solo dos o tres colores fijos parece que cansan si no se hacen bien. En cuanto a la receta, la verdad es que yo no soy muy gastrónomo. Pero mi hija mayor tiene dos galgos y me llevo muy bien con ellos. O será el otro yo.
Hola Bab:
¡Buen relato copón!
Tienes la virtud en tus escritos de que todos nos veamos algo reflejados, ¿Va a ser verdad eso de que todos somos iguales?, yo no quiero, pero visto lo visto...
Los dibujicos mu pinchos, felicitaciones a Mavi.
Saludos
Jose
PD. Sebi sigue mising
¡¡¡joder con el relato¡¡
Bueno,primero...saludooos,y perdón por estar tan desaparecida,trabajo falta de animo,mala racha personal¡¡hay el otoño de mi vida¡¡¡
Yde repente me encuentro con este escrito,bueniiiisimo ,me dá que pensar,ya me imagino (otra yo)devorada tranquilamente por mis gatos,ellos tan caseritos,eso sí se iban a comer una cantidad de virus gripales ,que pá qué,
los dibujos se pasan de buenos,menudo tandem,me quedo aqu-i rascandome la cabeza en plán ,no sé que hacer co (mi otra yo)---¿le doy vacaciones pagadas al polo norte?...¿o le pongo ,canela y clavo?bueno sigo penando y me voy cantando
ESSHALÉ GUINDA AR PAVO...QUE YO LESSSHARÉA LA PAVAAAA
LAMARISEBIKAVUELTO...
¿O ES LA OTRA?
Gracias a ti, Milena. Estas cosas no se porqué se me ocurren. Puede que sea cosa de "el otro". Vamos que seguro que es culpa del otro, no mía. Pero bueno, ahí queda eso. Lo de la manzana no se me había ocurrido, pero en la boquita y al horno...
Bueno, pues eso, gracias.
Saludosssssssss
Ahhh y gracias de parte de Mavi también.
Antoni, como ya sabes, todo es cuestión de ponerse manos a la obra.
No hace falta perro. Solo un cebo adecuado y cae en la trampa seguro.
Gracias de parte de los dos.
Saludosssssssssss
Pues si, Johnny, hay que poner las cosas en su sitio, si no, esto se desmadra demasiado.
Saludosssssssssss
Bueno, Rick, no te veo muy convencido jejeje. Como lo dejes muy suelto se te sube a la chepa y luego ¿cómo lo bajas de ahí?
Tu sabras el riesgo que corres. No te lo recomiendo. Aunque hay "otros" y "otros".
Vete tú a saber. Aunque como bien dices, con la edad uno ya no sabe nada.
Ya lo decía Artaud jejeje.
Gracias de parte de los dos. Y recuerdos a los galgos de tu hija.
Saludossssssssss
Vaya, el Jose leyendo solo (o será el "otro" Jose). No sabía yo que os reflejárais en mis escritos. Está bien eso, creo.
Gracias de parte de los dos. Ya veo más abajo que Sebi no está mising.
Saludosssssssssss
Bienvenida de nuevo, Sebi. El ánimo hay que subirlo como sea.
Ya veo que no has perdido tu espíritu de cuenta cuentos. Te sale solo.
Tus gatos que se coman a la "otra" en todo caso y que se lleven los malos rollos.
Nos alegramos de tu vuelta. Mavi también se rie mucho con tus ocurrencias.
Gracias de parte de los dos.
Saludosssssssssss
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