Hambre

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Hambre

Tenía hambre. Un hambre voraz, insaciable y oscura como una noche de invierno. Empezó comiendo gusanos, tierra, insectos, hierbas… Luego se dedicó a tragar agua, medusas, peces, algas… Siguió engullendo aire, moscas, pájaros, nubes, rayos… Llegó a los planetas más cercanos y se los fue merendando uno a uno cada tarde en su viaje inter-espacial. No conforme con eso, quiso seguir con las estrellas muertas y los agujeros negros. Ahí se dio cuenta de que había engordado demasiado. Su tamaño era absolutamente obsceno incluso en términos galácticos. Cuando estaba cerca del sol se dio cuenta de que su gula había sido excesiva, inconmensurable,  pero ya no tenía remedio. Empezó a derretirse como un inmenso helado de chocolate. Dejó restos en varios planetas, lunas, cometas y estrellas fugaces, hasta diluirse por completo. Las últimas noticias hablan de que parece ser que quiere recomponerse de nuevo, pero nadie cree que pueda realizarse tamaña proeza. “A lo hecho, pecho”, dicen algunos. Otros rumian eso de “que lo hubiera pensado antes” o “la avaricia rompe el saco” y cosas por el estilo.

9 comentarios:

Napi and Lisa Murphy dijo...

La odisea del hijo de Dédalo, mismamente, o la del mundo capitalista, o la de cada uno de nosotros, si me apuras. O sea, la gula, que tiene estas cosas tan drásticas.

Vayan mis primeras gracias de este año, y felicidades para el idem, Bab, familia y visitantes varios.

Napi and Lisa Murphy dijo...

Y enhorabuena por el dibujo, Mavi, me recuerda al Saturno devorador de Goya.

Ficus dijo...

Real como la vida misma bab.
Porque quien quiera que diseñase el cotarro, lo hizo para que todo entre si se fagocite.
Desde una simple hierba con el agua, a ella los animales, estos entre si, los soles a los planetas y los agujeros negros a las galaxias.
Una de dos, o esto se hizo con prisa, o Einstein se equivoco, y quien quiera que fuese, si que juega a los dados.

Luego, a este tragón, ciertamente le pudo el ansia, pero no deja de actuar de acuerdo a las leyes cósmicas.

Un abrazote.

babelain dijo...

Napi y Ficus, gracias a los dos por vuestros comentarios tan acertados siempre.

El empache de las fiestas ya ha pasado, ahora vienen las rebajas y luego...

Veremos en que queda esto.

Saludosssssssssssssssssss

Milena dijo...

Tragón total, el tipo enorme ese... eso eso, que reviente :D

Saludos y abrazos !!

Milena dijo...

Por cierto, el dibujo de Mavi es alucinante!
A ver que le pasa al pepón ese cuando se trague la estrella de navidad...

Saludos a los dos!

babelain dijo...

Hola Milena, todavía no ha reventado, pero esperemos que reviente algún día y la cosa quede un poco más repartida.

Se lo digo a Mavi.
Gracias.

Saludossssssssssssssss

Antoni dijo...

Babe,Como siempre me ha encantado el relato y me ha hecho reflexionar sobre un mal muy común en nuestros dias, la avaricia. Muy bueno tambíén el dibujo. Un saludo y te deseo lo mejor para este incierto año que empieza a despuntar.

Paco dijo...

No sé por qué pero a mí el tema de la gula siempre me trae a la cabeza a los obispos. Les pega ser comilones, y lo malo es que se quieren comer lo de los demás también, como en aquella peli de los Monthy Python. Este tipo de gente que revienten.

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