24 de septiembre
El mundo es un pañuelo
… y allí estaban el
Astrónomo Autónomo, el Médico Enfermo, y la Santísima Trinidad.
Esta última, en reunión privada y decisión muy discutida, había
acordado que su portavoz fuera El Espíritu Santo.
La sala era aséptica, pero
tenía algo de Observatorio Astronómico, algo de Hospital Privado, y
unas goticas de Catedral (gótica, por supuesto).
Los roces entre los allí
reunidos eran inevitables, aunque el Espíritu Santo no paraba de
salmodiar, con esa voz de pito característica, que el Amor lo
amor... tigua todo. “El Padre” tenía cara de malas pulgas,
probablemente por no haber sido elegido portavoz oficial del
triunvirato. “El Hijo” parecía divertirse con todo aquello, pero
no perdía la ocasión, y a la primera de cambio, se ponía a
inventar parábolas en plan escritura automática, sin ningún tipo
de filtro(*). El Astrónomo parecía ausente, como en la Luna de
Valencia, y de vez en cuando pensaba en la miseria que le quedaría
de pensión al jubilarse. El Médico Enfermo se auto auscultaba y
auto recetaba cada dos por tres, poniendo cara de autosuficiencia.
Todos llevaban batas blancas
excepto El Espíritu Santo, que iba a pelo, con sus plumas blancas.
El Astrónomo Autónomo se había confundido de estuche, y en vez del
telescopio se había traído un violonchelo. No se cortó un pelo y
se puso a tocar bachata como un poseso. La Santísima Trinidad aportó
a la reunión unas tortillas de patatas sabrosísimas y una garrafa
de vino del Priorato.
El Médico Enfermo se ofreció a
recetar, al módico precio de 50 eurillos, cualquier medicamento que
pudieran necesitar los contertulios; pero al final nadie se fiaba
de un médico enfermo.
Resultó que no había tanto
Amor para amor...tiguar todo y se lió la de Dios es Cristo. Aquello
terminó como el Rosario de la Aurora. El Médico le dijo a “El
Hijo” que se metiera sus parábolas por donde le cupieran. “El
Padre” se lió a bastonazos con el Astrónomo”, al parecer odiaba
la bachata. El Espíritu Santo”, que era hembra, se tomó todo
aquello como una afrenta personal y empezó a volar por encima de los
asistentes y cagarse encima de ellos, con gran puntería, por cierto.
Parece ser que, en último término, fue “El Padre” el que llamó
a la Guardia Civil (uno de ellos venía cantando fandangos de Huelva
a voz en grito). Se los llevaron a todos al calabozo. Para El
Espíritu Santo habilitaron una jaula especial, más pequeña y con
barrotes más juntos. Como todos tenían muy buenos abogados,
salieron en libertad sin cargos. A partir de ese momento intentaron
evitarse, aunque a veces resultaba inevitable algún encontronazo,
como es lógico; el mundo es un pañuelo...
8 comentarios:
Hola babelain:
Muy cachondo el relato. Según el Génesis: Dios hizo el mundo en 7 dias. Y eso se nota.
Un saludo.
Antoni.
Me ha hecho gracia el comentario de Antoni, porque efectivamente este relato da la impresión de que los protagonistas están "mal acabaos", con esa bronca qwue se acaba liando y ese alboroto de esdrújulas, sobre todo en la primera parte.
Esto puede ser algún tipo de alegoría sobre los problemas de comunicación en el mundo actual... o que ha habido desde siempre: cada uno, a su bola.
Pues si, Antoni, se nota, se nota jeje. Yo no aspiro a tanto.
¿Para cuanto una nueva selección barroca?
Saludosssssssssss
Rick, a mi también me hizo gracia. Yo ya no estoy para escribir Guerra y Paz (ni antes tampoco, claro). Solo escribo algunos apuntes y vosotros o apañáis con el resto y "acabáis" los personajes y las historias a vuestro antojo, jeje. Y si, cada uno a su bola, eso parece. Menos mal que está lloviendo y mejora la cosa por ahí, no? Suerte.
Saludossssssssssss
Hola:
Esta vez me he leido los comentarios primero para ambientarme. Lo de Antoni, es simplemente para enmarcar.
Vaya cónclave y vaya peña, a cual mas impresentable, si es que parece un reflejo de la realidad (Todos sabemos a que me refiero).
En fín un pequeño "Guerra y Paz" versión grotesca.
Saludotes.
Jose
Ya veo que eres listillo, Jose. Antoni afina que da gusto jeje. Oye, ¿cual es la realidad? yo ya no me acuerdo. Bueno, a lo que íbamos, uno hace lo que puede y esto es lo que sale.
Hoy supongo que será un día de los que no se olvidan. Veremos por donde sale el sol mañana.
Saludossssssssss
Ostras, un encuentro tan bien relatado con la Santísima Trinidad es motivo de ovación. Tremendo relato. Abrazos.
Gracias por la "ovación", Johnny. Son cosas que pasan de vez en cuando y hay que contarlas, si no, se olvidan.
Saludosssssssssss
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