Después del Crepúsculo

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Después del Crepúsculo

                Absorto en el jardín después de haber disfrutado de una puesta de sol, veo que un pájaro vuela sobre mi cabeza y se posa en el árbol para pasar la noche. Le reprocho: ¿no te parece que es muy tarde para recogerse, pájaro?  Y el pájaro no me dice ni pío.

                Cuando  es noche cerrada, saco un espejo al jardín y lo apoyo en el árbol donde ya duermen los pájaros. Es un espejo de unos dos metros de alto por uno de ancho. Enciendo las luces exteriores y me pongo a dar vueltas alrededor del árbol. Cada vez que paso por delante del espejo, miro de reojo para ver mi imagen. Después de unas cuantas vueltas el espejo deja de reconocerme; no existo para él.

                Me siento en una silla frente al espejo y espero. Al cabo de un tiempo, entre brumas, el espejo me muestra imágenes de distintos momentos de mi infancia, recorriéndola hacia atrás. Recuerdo la última: Estoy jugando en el puerto, con tres o cuatro años y cuando aún resuenan las sirenas de los barcos y el graznido de las gaviotas, la bruma se disipa y aparece la escena actual: Me veo a mí, sentado en una silla del jardín, frente al espejo, con una sonrisa irónica y en ese mismo momento se me ocurre un breve poema:  

“Estoy en un país de hielo,
buscando el rastro que perdí,
Iluminado por luciérnagas
entre  una corte de niños
jugando con sus diábolos”

10 comentarios:

babelain dijo...

De nuevo Mavi "ilustrando" el relato.
Saludossssssssssss

Milena dijo...

Buenísimo el relato, el poema, la ilustración de Mavi -cómo pinta el país de hielo... sencillamente genial!

Y me he sobresaltado... me ha recordado a un cuento que escribí de pequeñita... que tenía espejo y marcha atrás... en fin sin comparar: esto es redondo!

Un abrazo a los dos!

babelain dijo...

Gracias en nombre de los dos, Milena. También nos hemos "sobresaltado" nosotros. Te comento en privado.
Saludosssssssssss

Ficus dijo...

Es que los espejos son muy traicioneros dear bab. Por algo en el feng shui suelen erradicarlos de las casas jejeje...

Maravilloso relato, bello poema e impactante ilustración.

Me habéis dejado intrigado con lo de los sobresaltos. ¿Alguna extraña experiencia?.

Un abrazote.

babelain dijo...

Ficus, el sobresalto es por el parecido de este relato con un cuento que escribió Milena de pequeña. Ya te comentaré.
Gracias por los elogios (vamos a engordar)

Saludosssssssssssssssssss

Milena dijo...

A ver Ficus, los espejos sí que son chi, pero según en qué zona de la casa. Nunca en un dormitorio, dónde tiene que prevalecer la energía yin para el descanso, y tampoco enfrente de la puerta de entrada, por donde se escapa la energía de la casa... pero son fundamentales en sitios donde tiene que prevalecer la energía yang -activa-, como en el comedor por ejemplo o en los cuartos de estar... y encima de las chimeneas...
Perdón babelain por la intrusión... como te he contado en privado, también me han intrigado-interesado siempre el tema de los espejos...

En cuanto a los sobresaltos, os cuento que sigo sobresaltada desde la lectura de este relato (y supongo que la pre-primavera ayuda a ello)... Este post ha sido un detonante... De pequeña escribí un cuentecito sin importancia sobre un espejo, nada comparado con este de babelain, más quisiera yo... Enfin que ahora ando en casa con dos cajas llenas de recortes de periódicos a los que tengo que enfrentarme poco a poco a algo pendiente... Gracias otra vez babelain!

Napi and Lisa Murphy dijo...

El eterno enfrentamiento entre el ser que uno cree ver y el te ve a ti mismo desde tu propio interior. A veces, algunas veces, llego a tal punto en el encono por ver cuál de los dos sale airoso . . . que me sucede lo que comentas, Bab, que desde detrás del espejo "el tipo ese con cara de conejo" (Ilegales dixit) proyecta en mí todo lo que de mí mismo conserva y termino más confundido que cuando comencé. Ya te digo, Bab, el día menos pensado "De un puñetazo me cargo el espejo y le rompo los dientes a cara de conejo" (Ilegales: Soy un macarra).

Gracias Mavi por ese paisaje onírico y en verde, el color de los leprechauns.

Un abrazote a ambos.

Anónimo dijo...

Interesante relato bien acompañado por una maravillosa ilustracion my friend .
Un abrazo

Thunderoad

babelain dijo...

Napi, ya podrás con un conejo; enfréntate a uno de tu talla jejeje
Yo ya no le hago mucho caso ni al del espejo, ni al otro (no se que quién se han creído que son)

Saludosssssssssssss

babelain dijo...

Thunder, apareciste de nuevo. Pues bienvenido y gracias por el comentario. Te sigo en tu "cruzada" por el blues.

Saludossssssssss

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