

Lo primero, es dedicar ( con el permiso de bab ) todas y cada una de estas canciones, así como estas líneas a mi gran amigo viking, del que hace tiempo no sabemos nada. Ya que era él el que se encargaba de estos menesteres y lo hacía como nadie, poniendo el corazón y el alma en cada una de sus palabras.
Lo segundo, decir que me considero un privilegiado al poder comentar la obra de este inmenso músico y poeta. Ya que ello me retrotrae a los tiempos en que me ocupaba ( entre otras cosas )de la sección maquetera en un programa de radio llamado el garaje junto a mi viejo amigo Ernesto hace mas de veinte años.
Dicho esto e historias del abuelo cebolleta aparte, vamos a lo realmente importante, que son las canciones:
-Se abre este decimoquinto trabajo llamado Viendo pasar los trenes, con una sensacional “Introducción” de las que yo denomino Barretianas. Cuando escuchéis las guitarras deslizantes y voladoras, sabréis a lo que me refiero.
-A continuación dos voces majestuosas y el, para mi, mejor texto de toda la entrega, bajo la denominación “Mis Fantasmas”.
Ya comenté en su día, que había algo en este relato, que me recordaba a la generación beat de escritores.
-En “Recuerdos”, la dulce voz de Mavi convierte en un ejercicio de pop soleado lo que en principio ( al escuchar el pegadizo riff guitarrero ) pudiera parecer un híbrido entre rithm & blues y reagee.
-No sería una entrega de babelain, sin una de esas canciones con aroma a tugurio lleno de humo al estilo de Tom Waits. En esta ocasión hasta el acertadísimo titulo induce a ello “Los Restos del Naufragio”
-Después llega la calma. Con un atisbo de blues sosegado y otra de esas letras geniales.
Como ya dije una vez “Que Difícil” es el arte sin artificio, y que fácil lo lleva a cabo mi viejo amigo bab.
-La vertiente mas pop aparece en “Cosas”. Donde se da una vuelta de tuerca a la tan manida progresión de cuatro acordes que tanto fue utilizada en la década dorada. Con un genial estribillo a dos voces, acompañando a una saltarina pandereta, y que a algunos os recordará ( valga la redundancia ) a algún pasaje los Byrds.
-Luego un giro de 90 grados, hacia sonidos mas sureños “La Señorita Fortuna”. Con una pegadiza harmónica de esas que ( como me gusta decir, en el buen sentido de la palabra ) te taladran el cerebro y se quedan ahí a vivir jejeje…
-Cuando oigo las maravillosas guitarras de esta canción, no puedo prestar atención a otra cosa, ni siquiera a la genial dualidad que destila la letra en “No Tengo Mas Que Contarte”.
-Y tampoco sería un trabajo de babelain sin una canción con reminiscencias de la dorada época sicodélica de la costa oeste. En esta ocasión se llama “Sentado En La Vieja Estación”.
-Llegados a este punto, casi se echa de menos las geniales músicas sin palabras y las versiones a las que estamos acostumbrados en anteriores entregas.
Y llega de manera magistral en “El Faro”, con un envolvente trabajo de polifonía guitarrera y el sugerente canto de las gaviotas.
-Si la voz de Mavi ya de por si es dulce, cantando en francés directamente enamora. Eso es lo que ocurre en la gran versión de “J'suis D'accord”.
-Después otras dos enormes versiones genialmente elegidas como son “Cracking Up” de mi adorado Nick Lowe, y una de mis canciones favoritas junto a Circles de los Who “Whiskey Man”. Lo que denota el buen gusto y las maravillosas influencias de este viejo lobo de mar llamado babelain.
-De nuevo “J’suis D´accord”, esta vez en formato instrumental.
Ya comenté que ese sonidillo farfisa recordaba a Georgia Fame por los cuatro costados, y supongo que vosotros opinareis igual.
-Y como fin de fiesta otro maravilloso y sugerente ejercicio de polifonía guitarrera ( lo que los músicos denominamos pedantemente punteo a dos voces, y que no es otra cosa que puntear a dos cuerdas ) llamado “Sintonizando”.
¿Alguien da más?