La espiral
Entré
en el sueño como el que abandona la arena de la playa y se introduce en el mar.
En un instante pasé de estar tumbado en la cama a punto de dormirme, a
encontrarme en una pequeña barquita remando en un apacible estanque. Yo era el
único humano en ese sueño. Estaba rodeado de patos que me sobrevolaban o se
deslizaban por las tranquilas aguas del estanque. De vez en cuando me cruzaba
con ranas que se desplazaban en nenúfares. La banda sonora consistía en el fino
chasquido de los remos al entrar y salir del agua, los cuá cuá cuá cuá de los
patos y el croar de las ranas que iba “in crescendo”.
No
pensaba en nada, solo remaba y “escuchaba”. El cielo estaba completamente
despejado. De pronto todo se oscurece y acto seguido aquello se convierte en
una pesadilla. La barca se encabrita mecida violentamente por unas olas que han
surgido de la nada. Estoy a punto de naufragar. Los patos están histéricos y
sus ´”cuacs” se vuelven más agudos y violentos. Las ranas parece que se han
sumergido en el fondo, no quieren saber nada del cataclismo. Después de un
tiempo se hace la luz y es cuando comprendo lo que ha pasado. Parece que está
nevando aunque sea pleno verano. Veo que una mano inmensa se aleja en el cielo,
hacia arriba, como una nube que asciende. Estoy en una de esas bolas de cristal
que alguien de un tamaño descomunal ha agitado caprichosamente con su mano y la
ha depositado de nuevo para que aparezca el efecto de la nieve en su interior.
Todo
ha pasado muy rápido y tras un corto periodo de calma, ese alguien también ha debido quitar el tapón
de la bola-estanque, porque un remolino de agua me arrastra junto con mi barca, los patos y las ranas. Las
vueltas se hacen cada vez más violentas, y la espiral más cerrada…
Por un lado está el concepto 'espiral' que simboliza movimiento, evolución, progreso, creación... y todo el decorado -ranas, patos, nenúfares...- y por otro, el estar encerrado en la bola de cristal...
ResponderEliminarEn ese momento de la espiral más cerrada, le das al click ese que tienes incorporado -y que usaste cuando el camión iba por el túnel-... y haces estallar el cristal de la bola... y todo crece -a escala de la gran mano-, y vuelves a tu barquita... te fijas en el sol que está saliendo a lo lejos... grande, redondo, naranja, brillante (automáticamente al desaparecer el cristal de la bola, también desapareció la gran mano)... y se queda uno mirando al sol... uno y el sol... manos, no... cerramientos de cristal tampoco...
Huy, me estoy apropiando de tu sueño... ya me contarás como termina :D
Gracias, como siempre se disfruta del dibujo y del relato!
Saludos Mavi&Bab
Me encanta el "jugo" que le has sacado al relato, Milena jejeje
ResponderEliminarEsto es un relato basado en un sueño, pero el sueño termina ahí precisamente. Luego viene ese despertar extraño en el que no sabes exactamente donde está la "frontera" con la realidad (o lo que sea esto)
Gracias.
Saludosssssssssss
Pues el sueño tiene miga... jejeje
ResponderEliminar¡Joé, pues sí que tiene miga la aventura! El descubrimiento del "otro lado", en este caso le resultó tan traumático a tu protagonista, como imagino le sería la salida por el desagüe para asumir que ya es él quien está "allá". Casi como el vértigo de mirar desde dentro y desde fuera al mismo tiempo, supongo; como en una especie de cubismo trascendental ¿cierto?
ResponderEliminarPrecioso el dibu, Mavi, me lo quedo!!!!
Muchas gracias a ambos.
P.D. - Y que sepáis que os leo aun cuando no comento.
Y ahora que te leo:
ResponderEliminarMilena, tu comentario también tiene miga, jejeje, eres muy didáctica y clara como el agua del Lozoya.
Un abrazote
Quien se podría imaginar estar dentro de una de esas bolas de cristal, esas cosas sólo se te pueden ocurrir a ti, estoy seguro.
ResponderEliminarUn placer leerte, como siempre.
Lisa, qué bonito lo de "clara como el agua del Lozoya"!
ResponderEliminarZenks
y abrazote!
Lisa, eso de "cubismo trascendental" me suena a Picasso haciendo meditación con el Maharishi jejeje
ResponderEliminarCuriosa interpretación; te voy a nombrar mi psicoanalista ¿aceptas? Tiene tarea el nombramiento eh?
Saludossssssssssssssss
Antoni, no se si a alguien se le ha ocurrido imaginar estar dentro de una bola de cristal, pero
ResponderEliminarpor si acaso lo voy a patentar jejeje
Saludossssssssss
Siempre me han gustado esas bolas de cristal.
ResponderEliminarMi tía-abuela Pilar, tenía una que siempre sacaba en navidad y la colocaba encima de la tele.
Me acuerdo que cuando era pequeño, me tiraba horas girando la bola y contemplando como caían los copos.
A lo mejor, sin saberlo, era yo el gigante del que hablas jejeje...
Buen relato y genial picture bab & Mavi.
Un abrazote.
Fito, nos quedaremos con las espirales que recomiendas; nos sobra la ilusión, pero eso no se puede evadir a los paraísos fiscalesjejeje
ResponderEliminarSaludosssssssssss
Ficus, las buenas tradiciones como la de tu tía abuela no deberían perderse. Esas cosas de la infancia marcan para siempre.
ResponderEliminarEspero que no seas tú el gigante jejeje
Ya se echa de menos un nuevo post en tu blog.
Saludosssssssssssssssssssss