martes, 8 de noviembre de 2011

La búsqueda implacable


La búsqueda implacable

No hay lugar en el mundo donde te puedas esconder. El loro fue testigo y cantó tu nombre; ya se quién eres. Estás perdida. Ni operaciones de cirugía ni escondites prodigiosos en parajes remotos. Allí donde estés te encontraré. Viva o muerta. Tu olor inconfundible te delata a miles de kilómetros. Tu presencia es visible a través de selvas intrincadas o ciudades monstruosas. Tu corazón no late muy fuerte, pero lo registrarán los sofisticados aparatos que utilizo en tu búsqueda. Ya puedes empezar a temblar, el sudor frío resbala por tu rostro, empapa el pecho, recala en el ombligo…

Hoy descanso en la búsqueda. Yo puedo parar, tú no; estás condenada a huir siempre, siempre, hasta que te de alcance, te acorrale y vea como tus ojos no pueden evitar enfrentarse a los míos y reconozcas que has perdido.

Mañana seguiré. Hoy, sentado en la terraza de este hotel tan acogedor, beberé unas cervezas leyendo poemas de Yeats; luego buscaré una compañía agradable para que me haga olvidar por un instante que voy en tu búsqueda. La búsqueda implacable de la felicidad.


13 comentarios:

  1. El tipo que sale en la primera y la segunda foto es un desconocido con el que me topé en un mercadillo. La cara con el ojo que mira es el de una muñeca hecha por Mavi. El paisaje de la primera foto con el árbol en el centro, un personaje que viene por el camino y un perro que se va por el otro, es de un cuadro del mismo mercadillo. Y el bolardo es de una foto que tomé hace unos años en el puerto de San José en Cabo de Gata. Por si a alguien le interesa, que todo puede ser; hay gente "pa tó"

    Saludosssssssssssss

    ResponderEliminar
  2. Me gustan tus fotografías, abstractas, surrealistas y a la vez reales. El resultado es estupendo! ;)
    Sobre el texto, menuda angustia...xD

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, el Cabo de Gata, uno de mis paraísos particulares junto Formentera!!! :)

    ResponderEliminar
  4. Tenemos que insistir, Bab. Hay que, incluso, buscarla en el descanso. Porque el camino que hay que recorrer en su búsqueda es el mejor viaje que se puede hacer. Y los sonidos te acompañan, las palabras y las imágenes.
    Vas por buen camino, Bab. La búsqueda es implacable.
    2 abrazos gigantes.
    Pd: 23:50 h. Post cena...

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Chatnoir. Si lees con "segunda intención", puede que encuentres también algo de humor en el texto; la angustia no es mi especialidad jejeje. A Cabo de Gata vamos cuando podemos; nos pilla más bien cerca y nos gusta mucho ir, pero fuera de temporada de verano.

    Gracias Paco, el relato me salió solo, casi sin pensar y ya le dije a chatnoir que tiene algo de truco; aunque la intención es la que comentas, eso de que es el mejor viaje que se puede hacer; solo que sin angustia, si es posible, claro.

    Saludosssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  6. Ella no contaba con el loro. Vamos, creo yo. Genial, Bab. Saludosssss.

    ResponderEliminar
  7. Claro, Johnny, el loro es clave en este asunto jejeje. Gracias.
    Saludossssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  8. En ningún lugar en el mundo puede escaquearse, por mucho que la maquillen, es bien cierto. Y hasta los que menos la frecuentan, conocen su fragancia. Todo dios va tras su estela, pero curioso es lo del narrador, que, mientras termina de acorralarla, y con la excusa de "olvidar" que la está buscando, se hace un aparte para su pequeña dosis de bienestar inmediato, que ¡ya está bien de búsquedas por hoy! (Pues va a sere que está más cerca de lo que él creía, o quizáno más cerca sino en esas pequeñas cosas de las que nos rodeamos y pasan inadvertidas).
    Un placer tu ocurrencia, y excelentes las fotos, Bab, muchas gracias.

    ResponderEliminar
  9. Lo has pillao, Napi. Ya nos conocemos un poco después de tanto tiempo leyéndonos. Me alegra que te guste y que metas la cabeza por aquí con tus agudas observaciones.
    Saludosssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  10. No se porque me da que el texto es ficción y que en realidad no buscas la felicidad, ya que convives con ella.

    Abrazoteeeesss.

    ResponderEliminar
  11. Pues si, Ficus, ya lo decía yo en una de mis últimas coplilla, "Todo es mentira...incluso yo" jejeje. Y eso de convivir con la felicidad, bueno, yo no diría tanto; no todo el monte es "orgásmo" que decía una señora que sabía mucho del monte; pero bueno, no me puedo quejar, ni mucho menos. Gracias por tu comentario.

    Saludosssssssssssss

    ResponderEliminar
  12. Yo la encontré, me costó mucho pero la encontré, el pero es que es un ave de paso y no puede estar quieta mucho tiempo. Un día le pregunté porque se marchaba cada vez que la encontraba, teníamos química, y me contestó que si se queda quieta mucho rato su tez se torna gris y sus articulaciones se atrofian. ¿Que voy a hacerle babelain? pues seguir buscando de nuevo hasta que la vuelva encontrar, quizás la próxima vez puede retenerla más tiempo.
    Muy bueno babelain. un texto muy evocador.

    ResponderEliminar
  13. Pues si, Chals, qué remedio, habrá que seguir buscando. Al menos, aunque sea tan esquiva, ha contestado a una de tus preguntas, eso ya es mucho, no?. Bienvenido y gracias por el comentario.

    ResponderEliminar