jueves, 25 de marzo de 2010

AGENDA SOCIAL/DECORACIÓN DE INTERIORES III



AGENDA SOCIAL/DECORACIÓN DE INTERIORES III

  1. Mirar a derecha e izquierda y evaluar el estado de las cervicales. Luego, si no viene ningún vehículo, cruzar la calle y entrar en el bar de enfrente. Si hay poca gente, decir con voz alta y clara: ¡camarero, esta ronda la pago yo! Si hay más de seis clientes, en boca cerrada no entran moscas; en tal caso no vendría mal un “ribeiro” con un trozo de empanada gallega recién hecha, mientras echamos un vistazo a la calle por la ventana. Hoy hace un día primaveral. No leer el periódico bajo ningún concepto.
  2. Lanzar 6 veces al aire las monedas para consultar el I Ching; si te sale “El Andariego”: La montaña se mantiene; sobre ella, el fuego. El espacio que los separa constituye la tierra del peregrino; Se podría interpretar de muchas formas; yo lo interpretaría como que estoy en un “impasse”, “callejón sin salida” o en todo caso “ni chicha, ni limoná”. Por si acaso, no salgo de mi barrio esta semana. Entiendo yo que de momento no es conveniente cruzar el Gran Torrente.
  3. Visitar a un amigo sin avisar a la hora del té. Llevarle algún libro y algún disco de regalo sorpresa. Hacerle prometer que devolverá la visita en un tiempo prudencial. Repetir la acción con tres o cuatro amigos más y establecer un flujo de idas y venidas imprevistas. Comprar una agenda y programar las visitas que tienes previsto hacer. Las que se reciben, apuntarlas “a toro pasado”, como es natural (más que nada, por estadística).
  4. Salir a la calle en hora punta, no fijarse en personas concreta, intentar abarcar a la multitud con una mirada desenfocada y panorámica. Procurar “oír” el ruido ambiental como un todo, sin separar los ruidos de los tubos de escape del piar de los pájaros en los árboles o el llanto del bebé que pide el biberón... Con esa “empanada” visual y auditiva, salir caminando de la ciudad, entrar en el bosque y “fijar” nuestra máxima atención en cada detalle: oír, ver, palpar, oler. Sacudirse los restos de polución de todo tipo. Y aunque no todo el monte es orégano, menos da una piedra.
  5. Suspirar varias veces frente a la ventana y después dormir la siesta. Saltar de la cama con un ágil brinco.
  6. Leer un poema de Jean Cocteau en voz alta, en la soledad del cuarto; aunque si hay un perrito fiel que escuche con atención, mejor. Por ejemplo “Pieza de Circunstancia”: Graba tu nombre en un árbol
    que se extienda hasta el nadir.
    El árbol es mejor que el mármol
    pues en él los nombres crecen
    . ( El perrito moverá el rabo en señal de agradecimiento)

  1. Sacar al perro a la calle para hacer sus necesidades, ya que después de oír la palabra árbol, tendrá unas ganas terribles de levantar la pata y mearse en uno.
  2. Recortar con unas tijeras los titulares de las distintas secciones de un periódico: política, cultura, deportes, sociedad, economía etc. …meterlos en una caja e ir sacando al azar. Componer un poema con esos titulares. Probablemente salga algo más verídico que lo que pretendía el periódico endilgarnos por la cara.
  3. Hacer música con el sonido de las lágrimas de una lechuza posada en una rama de un árbol sobre el un manso río en una noche de otoño, los coros producidos por el soniquete que hacen las truchas al soñar y de contrapunto, el lejano murmullo de las hojas de los arces mecidas por el viento.
  4. Ahorrar en pensamientos todo lo que se pueda. Lavar y centrifugar el cerebro por la mañana temprano y ponerlo a secar al sol un par de horas. Disponerse a pasar un día francamente “aseado” y “ligero”. No mirarse en el espejo en todo el día.
  5. Empezar el día siguiente frente al espejo. Lavarse con agua fresca y luego mirarse profundamente a los ojos casi atravesándose con la mirada. No interrogarse bajo ningún concepto. Perderse en esos ojos que son los nuestros hasta desaparecer y no reconocerse. ¿Quién hay a este lado y quién al otro? Esa pregunta es la que nunca debe hacerse, lo he advertido antes bien clarito, ¿no?
  6. Reírme de mi mismo cada hora y media durante unos cinco minutos cada vez. Sin alharacas, pero esta vez, con testigos, que es más difícil. Si se ríen los testigos, se habrá conseguido un gran éxito para todos. Ovación cerrada.
  7. Quitarse el sombrero si hace mucho viento y cambiarlo por una gorra a cuadros. En caso de vendaval, quedarse en casa oyendo Des Knaben Wunderhorn!” ( “El muchacho del cuerno mágico") de Gustav Mahler. Con la cabeza descubierta.
  8. Decirle a la “vanidad” que no se pase mucho. Ya sabemos que es imposible borrarla del mapa pero si es posible mantenerla a raya; al menos, barrerla debajo de la alfombra para que no se note mucho. Decir cuatro veces seguidas a grito pelado: "Vanitas vanitatis et omnia vanitas"; queda muy pedante pero relaja mucho.
  9. Comer marisco en la orilla de una playa desierta, oyendo “El Mar” de Debussy. (Si no se conoce la historia, buscarla aquí: http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/el-mar-claude-debussy/
  10. Todo lo que se gana por el Este, se pierde por el Oeste, por lo tanto, no buscar la victoria, pero tampoco dejarse vencer. Esto se puede conseguir por unos instantes, tumbado en una hamaca al amanecer, cuando aún los pájaros no son conscientes de lo que se les viene encima (y nosotros, menos). Luego se ponen a cantar como descosidos y nosotros sonreímos como queriendo aparentar algo.
  11. Limpiar las heridas del alma en el agua helada del río que hoy baja más alegre que otros días. Rodar luego desnudo por la ladera hasta entrar en calor. Todo esto en riguroso ayuno. Ya habrá tiempo para solazarnos con ricas viandas más adelante, cuando el sol empiece a estirarnos la piel como un tambor.
  12. Entrar en el día como la quilla de la piragua va abriendo el mar, con esa limpieza y con ese rumor que nos tranquiliza y nos lleva casi a un éxtasis oceánico.
  13. Andar sin rumbo fijo por calles no exploradas. Saludar amablemente a los transeúntes que se suponen receptivos al saludo. A los otros, ignorarlos (no olímpicamente, sino con disimulo, como si no los hubiéramos visto)
  14. Sentarse en un banco del parque y escribir un poema con palabras y frases como: Guijarros, Frágil, Háblame de los Relámpagos, Campanas Negras, Toma tú Manzana, Vuelve a besarme, Infierno de Polvo y Grillos, El Sol Muerto, Moscas, Peregrino entre las flores, La Inocencia del Alba, El Hueso del Árbol…
  15. Apagar las flechas de fuego que nos envía el destino, rociándolas con agua de lluvia antes de que sea demasiado tarde. Probablemente sea demasiado tarde. Pero en fin.
  16. Sacar el pañuelo blanco y decirle adiós al día muy dulcemente, como si de verdad nos importara que este puto día se acabe.
  17. Saludar a la noche con un pañuelo negro y un vaso de whisky en la mano. Desempolvar el “Manifiesto Dadaista” y tenerlo cerca, por si las moscas.
  18. Oír el silencio de la noche con la mayor intensidad, subidle el volumen si es necesario. Darle el segundo trago al whisky.
  19. No soñar esta noche. Mantenerse en vigilia, como velando el sueño de todos los desconocidos que han muerto hoy.
  20. Una vez que amanece, quedarse dormido hasta la hora del té y soñar que eres un personaje feliz de algún cuento de los que nos contaba nuestra madre en la más tierna infancia. Luego tomar el té a pequeños sorbos, muy pausadamente, con la elegancia natural que nos caracteriza.

23 de marzo de 2010.

6 comentarios:

  1. Mañana, 26 de marzo, cumplimos cinco meses con el blog (parece como si solo hubieran pasado cinco meses, ¿verdad?). Lo de las fotos de las niñas es por recordar que alguna vez vivíamos en esa "inocencia". Me gusta hacer fotos a los niños cuando están "a su bola", perdidos en su mundo. La próxima "Agenda social" la haré más cortita, si no no la lee nadie.

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  2. Puntualizaciones:
    1 - Mejor alvariño y ostras
    2 - También comenta:
    _____________
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    "ser cautos con los castigos y los pleitos"
    así que mejor no tomar partido . . .


    10 - Clarear las sábanas al sol, decían en Villarodriz

    11 - Que sólo salga uno del enfrentamiento, pero no te preguntes quién es quién


    < 23 - Con el manifiesto en una mano y en la otra el vaso, brindar por el silencio que nos permite soñar como niños . . . ¡si el jo'ío vecino deja de tocar las narices con el gol!

    Gracias, Bab, pero ya que pones los "santos", podías repartir las "letras" entre ellas ¡hombre!

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  3. No me entero con lo de los Santos y la Letras, Napi ¿me lo explicas?, porfa.

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  4. Pues es lo del paleto que decía que el Quijote tenía mucha letra y pocos "santos", que el dibujante no había trabajado demasiado.
    Y es que, para echarle güevinskis a leerlo entero, ya que pones photos-botitas, igual se animan más a leerlo si está "entreverao" con los "santos" . . .
    Porque no hay nadie que diga que se lo ha leído entero!!!!
    ;)

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  5. Ahhhh, era eso, como un TBO maomeno, no?. Pues no, a palo seco jejeje.

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