Viento

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VIENTO
I
(Marguerite)
  • Ayer tarde vi a Marguerite. Estaba sentada en el banco de siempre, leyendo y dando de comer distraídamente a las palomas. Ella no me vio. De todas formas no me hubiera reconocido. Pero por si acaso me calé el sombrero hasta las cejas y levanté las solapas de la chaqueta hasta la barbilla. Cualquier día de estos me atrevo a hablarle. Pero aún no estoy preparado
  • El conflicto empieza siempre nada más levantarme de la cama. Me asomo a la ventana, si el viento viene de levante me pone melancólico; pero si sopla de poniente fuerte, la cosa se complica y entro normalmente en un estado de irritación permanente. Después del desayuno intento estabilizarme emocionalmente y aparento ser un tipo agradable, incluso le sonrío al espejo con una mueca ridícula al cepillarme los dientes. Luego, al correr el día, suele irme mejor con el poniente que con el levante.
  • Aquella mañana, al ir a comprar colirio en la farmacia, observé a una joven que pedía una caja de preservativos. La joven se sonrojó cuando vio que la observaba. Al salir de la farmacia alcancé a ver que subía a un coche, donde le esperaba un hombre calvo pero joven. Inmediatamente los imaginé en una batalla carnal en medio de un bosque de pinos. Imaginé también que al hombre le caía una procesionaria en su brillante calva que le producía una irritación considerable justo cuando estaban en la fase más excitante de la batalla y tuvieron que ir a urgencias Precisamente, aquella mañana, el viento era de poniente y soplaba con fuerza.
  • Al día siguiente, con brisa ligera de levante, me acerqué al centro de salud para pedir una cita con mi médico de cabecera. Al pasar por la sala de urgencias vi a un calvo con una erupción en la cabeza. No pude precisar si era el mismo hombre del día anterior, además, aquello ocurrió en mi imaginación. Las cosas no son así, eso está claro. En la sala de espera me dio por recordar aquellas excursiones domingueras con la familia a un pinar cerca de la frontera. No recuerdo las procesionarias, pero si arañas colgando de los árboles, mis hermanas con las trenzas, columpiándose, la tortilla de patatas, las heridas en las rodillas y tobillos, jugando a policías y ladrones, ''¡cuidado con la piedras, niños! ¡no alejaros mucho!...''
  • El médico me dijo que aquello no era más que un resfriado mal curado. Con un par de días de medicación la cosa mejoraría. Me quedé en casa leyendo. Al rato me dormí y soñé con un jardín exuberante repleto de flores... de plástico. La banda sonora era El Anillo del Nibelungo de Wagner. Cogí unas tijeras de podar gigantes y emprendí una batalla contra aquella aberración. Mientras más podaba, más se reproducían aquellas flores del demonio. Terminé por despertarme completamente agotado y sudoroso. Seguía el viento suave y húmedo de levante. Me entraron unas ganas terribles de beberme un gazpacho bien frio, pero no había tomates en la nevera.
  • Casi nunca me ocurría algo fuera de lo normal. Y no digamos, algo extraordinario. Creo que es mejor así. No sabría cómo reaccionar. Me pondría nerviosísimo, tartamudearía, sudaría, tendría palpitaciones... Necesito mi rutina. Mi humilde rutina. Por cierto, se me había acabado el té y eso siempre me pone de mal humor. Tendría que haber comprado un paquete unos días antes de que se acabara este. Normalmente soy previsor. Maldito calor húmedo.
  • Se está terminando el verano. Antes de que acabe querría quedar con un antiguo amigo de la oficina y salir a tomar una cerveza. Me da vergüenza llamarlo. Creería que estoy necesitado de compañía. Y lo peor es que es cierto. A menudo hablo solo. Cada vez más.
  • Hoy tampoco me he atrevido a hablarle. Marguerite estaba sentada en el banco de siempre, había menos gente en el parque y no me acerqué mucho. La observé de lejos. Tengo que reconocer que está cada vez más guapa. Le sienta bien cumplir años, no cabe duda. Y además sabe vestirse, elige muy bien la ropa que le favorece. ¿Cuando reuniré el valor necesario?

10 comentarios:

Milena dijo...

La de cosas que pueden pasar por la cabeza en un corto espacio de tiempo... el viento se lleva mucho parloteo mental, menos mal... no sé si de poniente o de levante... En resumen: que el susodicho se centre, y reúna ese valor para abordar a Marguerite.

Precioso el dibujo, huele a mar : )

Saludotes

Antoni dijo...

Amigo babelain: Aquí en Alicante cuando sopla el viento de poniente en verano, nos achicharramos y cuando sopla levante nos volamos. No se hasta que punto influye en nuestro ánimo, pero seguro que lo hace.
El jóven calvo, dentro de lo que cabe tuvo suerte de no tener pelo, si no su problema hubiera sido doble. No hay mal que por bien no venga.

Espero que el personaje encuentre pronto el valor suficiente para acercarse a Maguerite y que esta le corresponda. Veremos de donde sopla el viento.

Bonito relato y bonito dibujo.

Un saludote.

Rick dijo...

Peligrosa es la exposición excesiva al viento, dicen los psiquiatras. Y parece que el protagonista es una víctima de tanto viento, porque su manera de razonar es muy, digamos, curiosa. Esí sí, pueden ser personajes encantadores; ojalá consiga reunir la valentía necesaria y se arriesgue con la tal Marguerite...

jose kortozirkuito dijo...

Hola Bab, otra historieta de "molocotones", como me gustan,yo creo que es que todos llevamos un "molocotón" dentro.
Otra cosa,cuando te lleves a una moza a un pinar ¡Imprescindible la boina!.
Jose
¡huy huy!esos chicos timidos encantadores con tanta riqueza dentro,sometidos a...por donde sople el viento,solo tienen que encontrar a su MARGERITA que les dé la mano y se despierte la mas preciosa historia de amor ¡a ver si la chica se fija en él ,¡que no sabe lo que se está perdiendo! precioso relato, precioso dibujo.
LAMARISEBI (GUERRERA DE LA PAZ) QUE DISFRUTA CON ESTAS HISTORIAS

Juanjo Mestre dijo...

Me ha encantado Bab, qué bonito relato que no se llevará el viento. Y qué imaginación tienes, leñe. Abrazossssss.

babelain dijo...

Milena, a mi el viento no me va, sea de levante o de poniente. Y menos el del norte. El del sur tiene un pase, me recuerda al desierto.

Ya solo quedan tres capitulillos.

Gracias.



babelain dijo...

Antoni, ya le he comentado a Milena mi aversión al viento. Pues es verdad, el calvo a tenido suerte y todo.

No veo yo al protagonista muy decidido a afrontar ese reto. Veremos.

Gracias.

Saludossssssssssssss

babelain dijo...

Rick, el viento le afecta, eso es evidente; pero veremos por donde van los
tiros.

Si que parece agradable el personaje, pero...

Gracias.

Saludosssssssssssssss

babelain dijo...

Jose, no se si todos llevamos un "molocotón" dentro; habría que hacer un estudio pormenorizado del asunto.

Pondremos un cartel a la entrada de los pinares con tu recomendación.

Si, Sebi, los tímidos tenemos mucho "peligro" jejeje. Veremos la tal Marguerite, de que pie cojea (si es que cojea de alguno)

Gracias a los dos.

Saludosssssssss

babelain dijo...

Johnny, aún faltan tres capitulillos. Veremos que pasa al final.
Gracias.

Saludossssssssss

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