Viento III. Aizkolari.

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VIENTO
III
Aizkolari
  • Ayer, minutos antes de dormirme, imaginé un guión para un corto (de animación, o no). La cámara se adentra en un frondoso bosque de hayas. Se va acercando a una figura que se deja ver entre los árboles. Suena cada vez más nítido el sonido de un hacha cortando un tronco de madera. La figura resulta ser un aizkolari. A partir de ahora se suceden distintos planos de un par de segundos cada uno. A cada golpe de hacha en primerísimo plano, con su sonido correspondiente, le sucede otro primerísimo plano distinto. Primero el nacimiento de un bebé. Corte de hacha. Primer paso del hombre en la luna. Corte de hacha. El urinario de Marcel Duchamp. Corte de hacha. Rostro sudoroso del aizkolari. Corte de hacha. Un ruiseñor cantando. Corte de hacha. Charlot caminando de espalda con su bastón. Corte de hacha. Elvis da un golpe de cadera. Corte de hacha. Rostro sudoroso del aizkolari. Corte de hacha, Charlot caminando de frente con su bastón. Corte de hacha. La carta de El Ahorcado del Tarot. Corte de hacha. A partir de ahora, el aizkolari, tumbado en el suelo, primero se mutila la pierna izquierda con el hacha en su brazo derecho, después, con el hacha en su brazo izquierdo, se mutila la pierna derecha, a continuación, con el hacha en su su brazo derecho, se mutila el izquierdo, y para terminar, se corta el cuello. La cámara enfoca a Charlot caminando de frente hacia la ella. Cuando está muy cerca, da un giro brusco y se aleja dando vueltas al bastón hasta desaparecer. La cámara vuelve a adentrarse en el bosque de hayas. Resuena el filo del hacha cortando un tronco. TAC... TAC... TAC...
  • Estoy seguro de que había más detalles, pero ahora solo recuerdo esto. Si alguna vez reúno el valor para hablarle a Marguerite ¿le gustaría este guión? A Pascal seguro que no le dejaría indiferente. Se lo contaré en nuestra próxima cita, si me llama.
  • Imaginación si que tengo, aunque mi vida es de lo más vulgar. ¿Culpa mía. O del “guionista”? Pero ¿hay guionista?
  • Esta mañana no hace ni pizca de viento. Abro la nevera, está vacía, solo algún yogur y un par de plátanos maduros. Después de tomar un té salgo a la calle y compro el periódico. Paso por el parque. Marguerite no está. Qué raro. Me siento en un banco apartado y leo el periódico. Casi todo son desgracias. Me deprimo un poco más de lo que estaba al levantarme. Tengo que hacer la compra.
  • He llenado la nevera para una semana. Después de comer un arroz a la cubana (tenía que aprovechar los plátanos antes de que se estropearan del todo) me he echado una siesta. Soñé que tenía una nevera repleta de alimentos exóticos y maravillosos, pero me era completamente imposible abrir la puerta de la nevera. No había forma. Llegue a un estado de desesperación absoluta y al final me desperté completamente empapado de sudor. Fui a la nevera y se abrió perfectamente. No encontré esos alimentos exóticos del sueño, pero no estaba mal del todo. Me bebí una cervecita bien fría.
  • Me quedan aún unos días de vacaciones. Tengo que aprovecharlos y no quedarme con la sensación del año pasado. Parece que esta vez va un poco mejor la cosa. He quedado con Pascal mañana por la tarde. Veremos.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Elvis en un bosque del País Vasco, Babelain: me gusta mucho esa premisa. Tienes imaginación, ¿eh? Pongamos Vitoria como Nashville.

jose kortozirkuito dijo...

¡chico,que imaginación la tuya¡sorprendidisima me dejas,el personajillo este vale un valer,es una caja desorpresas,tiene que llegar a hacer algo muy grande.
me ha gustado mucho imaginar,el caderazo del elvis,la cortinilla de charlot es
cinematografica,ademas de ser una figura maravillosa como era él,me gusta este desarrollo completamente loco y soñador,el dibujo por contraste tan bonito y pacifico,choca con las escenas gores del aizcolari,lo dicho¡que estas pa que te encierren,pero llevatté el ordenata y sigues contandonos cuentos
te llevaremos tabaco...o lo que sea
buenas noches par de dos.
Sebi
Huy, no se si será buena idea lo de contarle a la Marguerite lo del aizcolari. A no ser que le vaya el gore, creerá que es un sádico y entonces, adios mantecao.
Lo de la nevera que no se abría era facil de solucionar, bastaba con llamar al aizcolari: corte de hacha, nevera abierta.
Bueno, me voy a la cama que me he acordau que mañana tengo que ir al bosque a hacer leña, mandame al aizcolari pa que me eche un cable.
Saludos
Jose

Milena dijo...

No sé a Marguerite que le parecerá el guión, a mí me parece muy bueno. Aunque no para protagonizarlo ; )
A ver si en el próximo capítulo hay encuentro de chico con chica... llega el viento y los colores : )

Saludotes

babelain dijo...

Alex, Elvis era vasco. Igual que los vascos nacen donde les da la gana, Elvis podía ser lo que quisiera. Para eso era El Rey.

Nashville está cerca de Santurce, "maomeno".

Gracias.

Saludossssssssssss

babelain dijo...

Sebi, la imaginación que no falte; aunque falten otras cosas. No fumo, prefiero que me traigáis helado de turrón si puede ser (cuando me encierren).

Tienes razón, Jose. Mejor no contarle nada de esto a Marguerite; saldria "escopetá".

El aizcolari estaba ya bastante perjudicao cuando pasa lo del sueño. Dame otra solución.

Gracias a los dos.

Saludosssssssssssssss

babelain dijo...

Milena, cuando escribía obritas de teatro en mi época "underground", todas eran irrepresentables; pero ¿y lo que me divertía escribiéndolas?

El próximo capítulo lo publico ahora mismo y se acaban las cábalas.

Gracias.

Saludossssssssssssssss

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