La Cita

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LA CITA

John Parker era el flamante redactor jefe de un importante periódico de los U.S.A. La tarde había sido complicada. Había tenido que tomar una decisión drástica, al elegir un artículo conflictivo para la primera página del diario, de un escritor que en estos momentos estaba entre la espada y la pared por sus últimas opiniones sobre política exterior.

Llegó a su apartamento, colgó su Stetson verde oliva y la gabardina en el perchero y fue directamente a servirse un vaso de whisky con hielo. Sentado en su butaca favorita encendió un chesterfield, aguantó un buen rato el humo en los pulmones y lo soltó suavemente por la nariz. Ya un poco más relajado, repasó el correo que había sacado del buzón. No encontró ningún sobre interesante que abrir y sus pensamientos se dirigieron automáticamente a una primera cita que había concertado con una periodista de una influyente revista de modas de tirada internacional; la había conocido en una reunión de trabajo aquella misma mañana. La cita era en un bar cercano a su casa y solo faltaba una hora y media para el encuentro. A su edad y con su experiencia, no podía comprender el estado nervioso que se había apoderado de él en los prolegómenos del encuentro. Aquella periodista le había sumido en un extraño estado de vulnerabilidad en el momento de las presentaciones en aquella reunión, aunque trató de disimularlo lo mejor que pudo:

-Hola, mi nombre es Kate…

-Encantado y el mío…

-Todo el mundo sabe cuál es tú nombre… (los latidos del corazón se aceleraron peligrosamente en ese preciso momento)

Ahora ya apenas quedaba media hora y se sirvió otro whisky, necesitaba un poco de estabilidad, salir de aquella extraña e inapropiada ansiedad. De pronto se cruzó en su cabeza, como una ráfaga, un recuerdo de la infancia; un amigo le dijo en una ocasión, durante el descanso de un partido de baloncesto, que si alguna vez llegara a ser famoso, que lo llamara y le contara que se siente cuando se está en la cima del mundo. Aquel amigo murió poco después de haberle hecho aquel comentario. El avión en el que viajaba con sus padres de vacaciones a Panamá, explotó en el aire a mitad de trayecto.

Por otro lado, Kate había salido a comer con una amiga. Durante el almuerzo le contó que había conocido al gran periodista John Parker y que sin saber cómo, se habían citado para tomar una copa en un bar. Quería impresionarle y, a pesar de ser especialista en modas, no tenía ni idea de cómo vestirse para la ocasión. Solo sabía que John había salido recientemente de un matrimonio explosivo con una famosa actriz. La amiga le dio algunos consejos:

-No te compliques, ponte algo sencillo y déjale que inicie él la conversación

-¿Y si él hace lo mismo y espera a que yo hable?

-Siempre tienes el recurso de la literatura; es experto en novela americana y no se te ocurra beber más de un par de copas, ya sabes cómo te pones si pasas de ahí…

Kate, estaba ahora en su apartamento, probándose un sombrero tras otro cuando sonó el teléfono. Pensó que era su madre y lo dejó sonar. Luego se arrepintió de no haberlo cogido. Su madre había enviudado hacía poco menos de un mes y aún no había encontrado la fórmula para vivir en soledad. Miró el reloj, faltaba solo media hora para la cita. Su estado de nervios empeoró, se sirvió un poco de jerez que bebió de un golpe y se dio los últimos retoques en el espejo del cuarto de baño…

2º Aniversario de Toto-Vaca/ Babelain E.P. El Guionista de los Sueños

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Mañana miércoles 26 de octubre se cumplen dos años de la inauguración de este blog. Lo vamos a celebrar con la publicación de un E.P. con sus cuatro temillas, a saber:

1.- El Guionista de los Sueños (Letra y Música.- Babelain)

EL GUIONISTA DE LOS SUEÑOS

(Letra y Música.- Babelain)

Nos vence el sueño

derrota agradable

victoria del que pierde

nadie es indomable

Nos aleja de lo oscuro

nos instala en ese mundo

donde la luz nos cobija

Como el puente al vagabundo

El guionista de los sueños

desayuna mescalina

canta como un tirolés

casi nunca desafina

Se mece como un funámbulo

en un alambre ilusorio

entre la vida y la muerte

ese sutil territorio

-El guionista de los sueños

lleva gafas de mercurio

oye solo el tercer eco

Y nos trae buenos augurios

Con su flauta disonante

nos dirige hacia una gruta

en el interior del cielo

donde la gente disfruta

Esa gruta es reversible

contiene lo que está fuera

y dentro solo hay espejos

alrededor de una hoguera

2.- Leche Merengada (Instrumental. Música.- Babelain)

(Instrumental que he vuelto a grabar ya que el anterior no estaba grabado en muy buenas condiciones; vamos en un cuatro pistas de segunda mano)

3.- Todo es mentira (Letra y Música.- Babelain)

TODO ES MENTIRA

(Letra y música.- Babelain)

Todo es mentira

incluso yo

Y si alguien lo duda

pobre de él

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La vida nos engaña

una vez más

Todo se esfuma

incluso tú

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Los pensamientos

esos traidores

Se pavonean

como pavesas

girando y girando sin cesar

dentro de nuestras cabezas

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La mente arde

sin previo aviso

Las llamas crecen

no nos dan tregua

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Cuando queremos

salir de ese trance

Puede que sea tarde

Y no quede nada

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Los pensamientos

esos traidores

Se pavonean

como pavesas

girando y girando sin cesar

dentro de nuestras cabezas

4.- Rosy won’t you please come home (Ray Davies- De Face to Face-The Kinks)

Link para bajar el E.P. con portada incluida: http://www.megaupload.com/?d=M3DMMAKU

Saludosssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

¿Qué te cuentas?

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¿Qué te cuentas?

Un globo, una jaula, un ala

(Silencio)

La espina, la risa, una ola

(Eco)

Una mueca, una arruga, una puerta

(Tristeza)

La niebla, la estrella, el beso

(Esperanza)

La sangre, la nube, el ojo

(Fuego)

El hielo, el rayo, la voz

(Magia)

El sueño, el camino, el árbol

(Paisaje)

La bestia, la roca, el fruto

(Fuerza)

La sal, la luna, el trapecio

(Sospecha)

La tarde, el río, el hueso

(Calma)

La piedra, el aire, la arena

(Soledad)

(Silencio Eco Tristeza Esperanza Fuego Magia Paisaje Fuerza, Sospecha, Calma, Soledad)

A ver que nos trae el otoño

Con sus vientos y colores

No tengo más que contarte

Mañana será otro día

Dihya. (Cuento al estilo tradicional marroquí)

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DIHYA

En una calle estrechísima de las más de 9.400 que existen en Fez El Bali, vivía Nauzet, un artesano bereber con su esposa Dihya y dos hijos de 6 y 8 años. Al no tener suministro de agua potable, la mujer trasportaba unas garrafas todas las mañanas desde una fuente cercana para el uso diario en su humilde hogar. Cierta mañana, al ir a llenar una de las garrafas, la fuente dejó de manar agua y por el caño empezó a sonar una música de flautas y darbukas que hechizó a Dihya. Dejó las garrafas en el suelo y comenzó a danzar como una poseída, perdiéndose por las intrincadas calles de la medina. Algunos testigos que presenciaron lo sucedido fueron a contárselo a Nauzet. El pobre hombre no daba crédito a lo ocurrido y salió en busca de su esposa. A todo el que preguntaba, le respondía que la había visto, pero terminó por no creer a ninguno, ya que unos decían que se dirigía hacia el norte, otros hacia el sur, otros hacia Taza, o hacia Ifrane, alguien aseguraba que se dirigía danzando hacia Meknés…

Después de buscarla desesperadamente toda la noche sin éxito, fue a su casa, recogió a sus dos hijos y los dejó a buen recaudo en casa de su madre. Luego se dirigió a la comisaría de policía pero allí le dijeron que no habían oído nada del asunto, que probablemente fuera un truco para abandonar el hogar por alguna razón desconocida. Nauzet se enfadó al oír la sugerencia del policía y salió desesperado de allí sin saber que hacer.

Se acercó a la fuente que fue la causa de su desdicha y esperó sentado en el suelo a que alguna señal le revelara el paradero de su esposa. Hombres y mujeres acudía a la fuente a beber o llenar sus garrafas. Al atardecer, un perro quiso beber agua del caño pero la fuente dejo de manar y por el mismo caño volvió a sonar una música embriagadora que hechizó al perro. Nauzet abrió los ojos como platos y siguió al perro que brincaba de forma extraña como si quisiera ejecutar unos pasos de baile. El perro seguía una ruta que parecía premeditada y salió de la ciudad camino de la montaña. Ya casi anochecía cuando el perro se acercó a un corro de músicos que tocaban alrededor de una fogata al lado de una fuente. En el centro, algunas mujeres bailaban en trance. Entre ellas, con gran asombro, descubrió a Dihya; la tomo de la mano y en ese momento, el hechizo se deshizo. Dihya cayó en los brazos de Nauzet, sin fuerzas y desorientada. Nauzet la apartó del corro y le explicó lo sucedido. Dihya rompió a llorar desconsoladamente. Luego, bajaron de la montaña, recogieron a sus hijos y se fueron a casa. A partir de aquel día, Nauzet se encargó de llenar las garrafas en la fuente.

Se cuenta que desde entonces, se ven algunas siluetas de hombres descontentos con sus mujeres que, aprovechando la oscuridad de la noche, esperan a que brote del caño esa música hechizante para atraparla en botellas y abrirlas al llegar a sus casa, con la esperanza de que el encantamiento surta el mismo efecto que en la mujer de Nauzet y perderlas de vista. Aunque parece ser que esto es solo un rumor.

Babelain-Single-The Lovers-Los Amantes

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Primer single para empezar nuevo CD. Un tema de cosecha propia en versión inglesa y española.

La inglesa.- THE LOVERS


La española.- LOS AMANTES

LOS AMANTES

(Letra y Música.- Babelain)

Mi palma en tu vértice

Tu grito en mis venas

Tu cuello en mi sueño

Mi voz en tu sombra

Mi risa en tu orgullo

Tu luz en mis manos

Tu paz en mi piel

Mi barco en tu océano

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Los amantes van

Por un estrecho sendero

No les digas nada

Que no te oirán

Ellos solo ven

El brillo de la estrella

Que les guía

Hacia su sol…hacia su sol…hacia su sol.

Tu grito sin eco

Mi voz en tus ramas

El suelo se hunde

El cielo está en llamas

Mi sol no te quema

Tu luna se quiebra

Se nubla tu risa

Mi luz no te llena

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Los amantes van

Por un estrecho sendero

No les digas nada

Que no te oirán

Ellos solo ven

El brillo de la estrella

Que les guía

Hacia su sol…hacia su sol…hacia su sol.

De pronto en silencio

Tus venas me riegan

Se olvida la herida

Mi paz te serena

Mi palma en tu vértice

Tu grito en mis venas

Tu cuello en mi sueño

Mi voz en tu sombra

Link para bajar el single con portada incluida:

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Samarkanda

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SAMARKANDA

Salíamos de Samarkanda hacia Taskent en una especie de jeep mastodóntico con el volante extrañamente situado en el centro del salpicadero. Paco iba en medio recitando el poema de Antonin Artaud "Para acabar de una vez con el juicio de Dios":

Donde huele a mierda
huele a ser
El hombre bien habría podido elegir no cagar
no abrir nunca el bolsillo anal,
pero escogió cagar
como habría podido escoger la vida
en lugar de consentir en vivir muerto...

A su derecha, José Ramón recogía las palabras que Paco recitaba y les daba otro sentido cambiando el orden, al mismo tiempo que bebía a morro de una botella de tequila. Yo estaba a la izquierda de Paco, haciendo fotos de la tormenta que nos azotaba en aquellos momentos. La carretera se hacía impracticable. Pregunté si alguien se estaba haciendo cargo del volante, José Ramón me dijo que no me preocupara que él estaba al tanto del asunto, lo que me hizo preocuparme aún más; para colmo, Paco, además de ir leyendo el poema, no sabía conducir.

Alguien había puesto una cinta de Soft Machine y estaba sonando "Dada was here" que no pegaba nada en ese momento, ¿o sí? En medio de aquella algarabía vimos un letrero con la inscripción: "Casa que levita. Asamblea de Sabios". Seguimos la indicación por un carril que parecía un río. Al cabo de un rato vimos, entre rayos y truenos, una especie de aparición: a unos veinte metros del suelo flotaba una cabaña que irradiaba una luz especial.

Salimos del coche y nos acercamos a la cabaña. Alguien nos lanzó una escala de cuerda con barras de madera. Nos miramos unos a otros y decidimos subir. La cabaña estaba casi en penumbra, solo entraba algo de luz por una especie de chimenea que había en el techo y por donde salía el humo de las pipas que fumaban sin parar unos ancianos sentados en semicírculo frente a nosotros. Nos quedamos inmóviles, esperando a que alguien moviera ficha, pero los ancianos no parecían tener intención de iniciar la "charla". José Ramón, que estaba ya completamente curda, intentó decir algo sin conseguir hilvanar una frase coherente. Yo hice una foto de la ocasión y Paco se sentó en el suelo, con la esperanza de que alguien le pasara una pipa.

Uno de los ancianos tomó la palabra y dijo:

-¿Habéis acabado ya con el juicio de Dios?
Paco- ¿tuvo juicio Dios alguna vez?
José Ramón- ¿Que juizzzio ni que hozzztiazzzz?
Anciano- pues ahora os vamos a someter a juicio a vosotros tres...

En ese momento nos miramos y decidimos salir pitando escala abajo mientras oíamos el retumbar de las risas de los ancianos. Seguía lloviendo y al salir hacia la carretera principal en el jeep, cogimos a un autoestopista y le comentamos lo que nos había pasado. Se partía de risa y nos miraba como si fuésemos paletos. Nos dijo que los supuestos ancianos eran los restos de una comuna de los últimos beatniks y los primeros hippies que aún quedaban por allí y que se divertían tomándole el pelo a los forasteros que se asomaban por su cabaña, que por cierto, no estaba suspendida en el aire; era un viejo truco de magia con espejos y que estaba sujetada a la ladera de la montaña.

Cambiamos el casete por una más apropiada, ahora sonaba "Rainy day in June" de The Kinks, pero nada más comenzar la canción dejó de llover. Por el espejo retrovisor, Samarkanda se veía radiante, iluminada por los rayos de sol después de la tormenta.