Ambrosía

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Ambrosía

Bajó el relámpago

a la hora de la siesta

y huele a café

Todos los carricoches giran

los niños desaparecen

solo hay música y sombras.

En el fondo del pasillo

una puerta se abre sola

a una gran sala vacía

Sobre la mesa de mármol

los platos recién servidos

de ambrosía aún humeante

Por los grandes ventanales

abiertos a los abismos

entran preguntas de pájaros

las respuestas que da el viento

y el silencio de los árboles.

4 comentarios:

babelain dijo...

He fundido dos fotos que he encontrado por ahí en la red y que venían al pelo para este relato.
Saludossssssssssssss

babelain dijo...

Bueno, para este poema.

vikingo dijo...

Que misterioso, Bab. Pero como siempre con esa soltura que abre la mente a imaginar lo que describes con mucha claridad.

babelain dijo...

Gracias, Viking, si te ayuda a imaginar, magnífico. Tú ya tienes imaginación, se nota en tu blog.

Y gracias, Freaky, voy a ver si puedo poner el mega post para la paz, iniciativa tuya..
Saludossssssssssssssssss

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